Infrestructuras

La DGA negociará con las autopistas la liberalización de la N-II y N-232

El consejero Fernández Alarcón, "decepcionado y molesto" con la reducción de las inversiones, asegura que quiere abordar el problema a través de la liberalización o "de alguna otra manera".

Rafael Fernández de Alarcón en una comparecencia anterior en las Cortes
La DGA modificará la ley de urbanismo, eliminará el Plan Red de carreteras
OLIVER DUCH

 El Gobierno de Aragón negociará directamente con la concesionaria de las autopistas AP-2 y AP-68, Abertis, la búsqueda de soluciones a los tramos conflictivos de las carreteras N-II y N-232, entre ellas efectuar obras de enlace, cuyo coste se estima entre cinco y siete millones de euros.


Así lo ha anunciado hoy el consejero aragonés de Obras Públicas, Urbanismo, Vivienda y Transportes, Rafael Fernández de Alarcón, quien mañana mismo se reunirá con el director general de Abertis para llevar "directamente" la negociación y "solucionar cuanto antes esos problemas de seguridad vial".


Tras señalar que se siente "decepcionado y molesto" con la reducción de las inversiones de Fomento para Aragón en los presupuestos del Estado porque había trabajado para conseguir algo más, el consejero ha afirmado que seguirá intentando conseguir que se hagan obras, y ha citado la N-II y N-232.


En este sentido, ha anunciado que este miércoles precisamente tiene una reunión con el director general de Abertis para intentar estudiar cómo se puede abordar ese problema "con una mejora en las soluciones de liberalización o de alguna otra manera".


"El Gobierno de Aragón va a seguir trabajando por conseguir lo que necesitan los aragoneses", ha afirmado Fernández de Alarcón a los medios de comunicación antes de participar en la reunión de la Comisión de Carreteras.


La propuesta de Aragón consiste en hacer unas obras complementarias para liberalizar algunos tramos, es decir, resolver esa liberalización, ha agregado.


Una propuesta ya se hizo al exsecretario de Estado de Infraestructuras Víctor Morlán en septiembre de 2011, quien según el consejero les dijo que estaba conversando con Abertis y que mejor no se metieran.


"Lo hicimos así y lo respetamos, ya que es un asunto competencia de la Administración General del Estado y de la concesionaria", ha explicado el consejero, quien ha recordado que consiguieron que en los presupuestos estatales de 2012 hubiera partidas para esos proyectos, pero que no han sido ejecutadas, y que también lo han intentado en los de 2013.


"Y ahora lo vamos a intentar negociar directamente nosotros con Abertis y, posteriormente, conseguir las autorizaciones del Estado", ya que, aunque no sabe si lo lograrán, su obligación es intentarlo, ha subrayado.


Los tramos que hay que resolver son, en primera medida, el de Alfajarín-Villafranca, en la N-II, donde existe un "problema gravísimo" en la zona de Nuez, y el de Mallén-Figueruelas, en la N-232.


Aunque el objetivo según el consejero es solucionar todos los tramos aragoneses, ha dicho que, lógicamente, tendrán que ir poco a poco y en la medida en que lo puedan hacer, ya que no es responsabilidad del gobierno aragonés administrativamente pero "sí lo es socialmente".


Ha señalado que hasta que haya un acuerdo sobre los costos de peaje no podrá ofrecer una cuantificación y ha informado de que en cuanto al proyecto, expropiaciones y adjudicación de las obras para realizar los enlaces necesarios podrían ascender a entre cinco o siete millones de euros.


Unas obras de enlace que en su opinión se prolongarían durante un año y medio o dos años como máximo.