Serrat prepara para febrero una nueva ley universitaria

 La consejera de Educación, Dolores Serrat, ha iniciado hoy el proceso participativo para la elaboración de la nueva Ley de Ordenación del Sistema Universitario de Aragón (Losua) con la previsión de enviarla a las Cortes en febrero para su tramitación parlamentaria.

Así lo ha indicado Serrat a los medios de comunicación antes de la constitución de la comisión para la elaboración de la nueva Losua en la que van a participar representantes de la Universidad de Zaragoza y de su Consejo Social, de la Universidad San Jorge y de la Agencia de Calidad y Prospectiva Universitaria de Aragón (Acpua).

La consejera ha especificado que el objetivo es adaptar la ley a las modificaciones que ha experimentado la universidad en los últimos años, sobre todo por la adaptación al Espacio Europeo de Educación Superior (EEES).

Se pretende profundizar en la autonomía universitaria, flexibilizar la contratación de profesorado y potenciar la responsabilidad por resultados y la rendición de cuentas.

También, ha agregado, regular las normas y principios para la aprobación, modificación o supresión de titulaciones, tanto de grados como de máster, evitando que haya duplicidades y conjugando la demanda estudiantil con las necesidades del territorio.

"De nada sirve invertir en formación si después esas titulaciones no tienen salida en el ámbito laboral", ha remarcado Serrat, aunque manteniendo el prestigio de la universidad en humanidades porque son un valor de crecimiento social en conocimiento y también económico.

En cuanto a la financiación, ha admitido que habrá que negociar cuál debe ser el plan de financiación de la Universidad de Zaragoza en relación con las aportaciones del gobierno de Aragón y de los ingresos propios de la institución, vía investigación y docencia.

En ese sentido, ha recordado que también se está elaborando una ley de mecenazgo y en ella se intentará incluir un capítulo sobre mecenazgo científico y formativo.

Otro de los objetivos de la nueva ley será aproximar la universidad a las necesidades de las empresas, reordenar las estructuras universitarias, sobre todo en lo que relativo a las prácticas, y abrir una vía para la internacionalización en lo referente a la salida al exterior de alumnos y docentes y, sobre todo, a la atracción de alumnos extranjeros.

Las modificaciones son de "tanto calado" que jurídicamente es necesario una nueva ley, partiendo del modelo que se quedó parado en la legislatura pasada y con el "hándicap", a tener en cuenta, respecto de las previsiones del gobierno central para la modificación de la Ley Orgánica de Universidades, ha añadido Serrat.