Debate sobre el estado de la Comunidad

Los recortes centran el debate entre Rudi y la oposición

PSOE, CHA e Izquierda Unida lamentan la política del recorte, mientras la presidenta rechaza "el dibujo catastrofista" de sus líderes.

 Los portavoces de la oposición dibujaron ayer un horizonte dantesco en la segunda jornada del debate sobre el estado de la Comunidad, en la que acusaron a la presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudi, de desmontar el estado de bienestar, de incumplir su programa electoral en poco más de un año y de “frustrar” todas las expectativas depositadas. También pretendieron acabar con la imagen de éxito por el cumplimiento del déficit al criticar que el PP lo haya hecho a base de “arruinar” a las comarcas y a los ayuntamientos. Y le echaron en cara que su gobierno se haya convertido en una “prefectura” de Madrid,además de atacar la propia coalición.


El portavoz socialista, Javier Lambán, se mostró especialmente contundente y, mezclando medidas aplicadas por los gobiernos de Rajoy y de Rudi, le responsabilizó de la “demolición del estado de bienestar y de la aniquilación de derechos sociales, económicos y civiles”, además de abandonar a los sectores productivos a su suerte y acabar con la inversión. Y le achacó las contradicciones por apostar por el empleo o por los impuestos y haber recortado un 57% las políticas activas de empleo e incrementar la presión fiscal. “En vez de liderazgo, transmiten ustedes incapacidad y producen desconcierto”.


Lambán sí tendió la mano y ofreció un pacto para “racionalizar” la administración aragonesa, reactivar la economía y lanzas sendos planes de empleo juvenil y de infraestructuras. Adelantó también que plantearán una revisión de la fiscalidad, una nueva ley de renta básica y líneas de subvención del IVA.


Su homóloga de CHA, Nieves Ibeas, le echó en cara a Rudi un balance de paro (2,5 puntos más), el cierre de 1.800 empresas, la caída del 10,3% del índice de producción industrial y el empobrecimiento de la sociedad, datos a los que también recurrió su antecesor en el turno de la palabra. “Ese es su balance real. Un fracaso”, dijo antes de cuestionar su política lingüística y la “quimera” de la defensa del Estatuto. “Su complicidad en la invasión de incompetencias es intolerable”, añadió.


El portavoz de IU, Adolfo Barrena, también le acusó de ponerse “la medalla de los recortes” y de “maquillar” el tijeretazo del gasto social al recurrir al peso porcentual de las partidas para ocultar que hay menos dinero. Y aportó datos para hacer una lectura muy distinta de su gestión, para lo que recordó que la contratación ha caído un 4,97%, que el paro ha aumentado en 3.000 personas o que los expedientes de regulación de empleo casi se han triplicado desde que el PP llegó al Pignatelli. También planteó la necesidad de un plan de empleo, medidas fiscales para obtener recursos y la creación de una Agencia Tributaria, entre otras medidas.


En las réplicas y dúplicas, la presidenta de Aragón negó el “dibujo catastrofista” de la oposición, que consideró fruto de la “demagogia”. Y como hizo ayer, recurrió a cifras para intentar demostrar que no ha desmontado el estado de bienestar.


Para ello, habló de que solo se había subido un punto el ratio de alumnos en la escuela y que su gobierno destinaba porcentualmente más dinero a la universidad que el anterior, al igual que a la sanidad. Y sentenció que los porcentajes que fue aportando de forma minuciosa “demuestran la demagogia y no la demolición del estado de bienestar”.


Por la única acusación por la que pasó de puntillas fue por la de paralizar las inversiones y proyectos estratégicos, ya que solo se refirió a la acusación de dañar la imagen de Plaza defendiendo su judicialización como consecuencia de la herencia.


La presidenta aprovechó sus intervenciones para anunciar más dinero para “complementar” las becas escolares de comedor, aunque no concretó el importe. Y avanzó que presentarán un borrador de reforma de la administración, pactada con sus socios del PAR, para su debate parlamentario a través de una ponencia.