Tráfico

Un radar de la A-2 concentra las multas en Aragón

El control de velocidad, que no se encuentra en ningún punto negro, está entre los 25 que más sanciones ponen de toda España.

Si usted ha recibido una multa por exceso de velocidad cuando circulaba por alguna carretera aragonesa, lo más probable es que su delator sea el radar que se encuentra en el kilómetro 298 de la A-2 en dirección hacia Zaragoza, una zona en la que se puede circular a 120 km/h. Este control, que no se encuentra en ninguno de los 64 puntos negros reconocidos por Fomento en las carreteras aragonesas, es uno de los 25 que más sanciones han puesto en toda España a lo largo de los últimos seis meses.


Así lo asegura un estudio de Automovilistas Europeos Asociados (AEA), una asociación de defensa de los conductores que ha elaborado mapas y estudiado los radares españoles durante dos décadas y que ahora ha realizado una lista con los radares más 'efectivos' del país basándose en 5.000 denuncias formuladas por la Guardia Civil, los Mossos d'Esquadra y la Ertzaintza. Según AEA, el 50% de las denuncias por infracciones son debidas al exceso de velocidad.


Aunque solo uno de los 47 puntos fijos de control que salpican las carreteras aragonesas se ha 'colado' entre los primeros puestos de esta clasificación, los conductores de la Comunidad también pueden encontrarse con alguno de estos radares si viajan a Madrid o Barcelona. En el primer caso, el riesgo de recibir una multa aumenta para aquellos conductores que vayan desde la capital española a Zaragoza, ya que en el kilómetro 15 de la A-2 se encuentra una de las zonas que más sanciones acumulan.


Dos de los radares, entre Zaragoza y Barcelona

Para los vehículos que se dirijan a la Ciudad Condal, la amenaza está en el kilómetro 165 de la AP-2, mientras que aquellos que regresen de Barcelona en dirección Zaragoza tienen más posibilidades de ser multados si pisan demasiado el acelerador a la altura del kilómetro 560 de la A-2, situado en una zona limitada a 100 km/h. El resto de los radares que más sancionan se reparten por las carreteras de toda España, aunque se concentran en zonas como Madrid (4), Toledo, La Coruña, Lugo y Vizcaya (2).


“No estamos de acuerdo con la política de ir a la caza de los conductores”, asegura Mario Arnaldo, presidente de AEA, quien aclara las características que deben cumplir los radares para que sean efectivos a la hora de evitar accidentes: “En primer lugar, deben estar ubicados en zonas de alta peligrosidad, ya que el 75% de los controles fijos no se encuentran en puntos negros. En segundo, deben estar señalizados para que el conductor baje la velocidad y disminuya el riesgo de accidente y, por último, los infractores deben ser detenidos en el momento de la infracción, algo que solo ocurre en el 10% de los casos”.


Radares inactivos

A pesar de la alta rentabilidad de estos 25 radares, desde AEA aseguran que en los últimos meses ha disminuido el volumen de denuncias por exceso de velocidad, según indican, debido a las numerosas obras que hay en las carreteras y, sobre todo, a los radares que se encuentran inactivos. “Desde la DGT reconocieron hace unos meses que muchos de estos controles no funcionaban, pero prometieron repararlos antes del verano. Sin embargo, los datos que hemos recogido parecen indicar lo contrario”, explica Arnaldo, quien apunta que hasta un 10% de los radares han sufrido ataques vandálicos y otros muchos no están operativos por falta de mantenimiento.


De hecho, tan poco se fían en esta asociación de los mapas de radares de la DGT que han elaborado sus propios listados de puntos de control que se encuentran activos. “Tenemos la intuición de que muchos no se encuentran en funcionamiento, así que hemos hecho una lista con aquellos en los que se han puesto más de dos multas durante dos días diferentes”, indica el presidente de AEA, cuya lista difiere mucho con la de la DGT. Esta asociación solo tiene constancia de sanciones en doce de los 47 radares fijos repartidos por todo Aragón, mientras que en su listado están incluidos 14 puntos en los que se han puesto multas que no aparecen en los mapas de la DGT, que pueden corresponder a radares móviles situados en el mismo punto durante diferentes días.