Accesibilidad en Aragón

Turismo 'sin barreras'

Huesca es con diferencia la provincia que mayores posibilidades ofrece para el turismo adaptado a las personas con discapacidad, mientras que Zaragoza y Teruel apenas disponen de rutas accesibles reconocidas.

La accesibilidad se ha convertido en los últimos años en sinónimo de "mejora" y "buena imagen" para aquellos establecimientos y entornos naturales que han apostado por la eliminación de barreras arquitectónicas, pero también en una manera interesante de combatir la estacionalidad. Izaskun Benito, directora de la consultora especializada Equalitas Vitae, advierte de que "muchas de las personas que van a estos sitios están jubiladas y, por tanto, no tienen la necesidad de salir de vacaciones cuando lo hacemos el resto". De esta forma, se está ayudando a "desestacionalizar" el turismo en muchos municipios aragoneses que antes de adaptar sus instalaciones solo recibían huéspedes en fechas señaladas.


De las tres provincias aragonesas, Huesca -según indican- es aquella que más está haciendo por acercar el turismo al colectivo de personas con discapacidad. "Es la propia gente de Huesca la que se está poniendo en contacto con nosotros para seguir trabajando el turismo accesible", cuenta Izaskun, quien asegura que "la accesibilidad a quien primero beneficia es a la propia población local, gente envejecida a la que ponemos al alcance estos sitios".


También "en la provincia de Teruel -dice- se está trabajando cada vez más por eliminar barreras arquitectónicas en el alojamiento". No ocurre así en el entorno natural, donde -asegura- "Huesca se lleva la palma". La provincia oscense cuenta con más de 12 parajes pirenaicos avalados por Equalitas Vitae, mientras que Zaragoza y Teruel apenas suman tres rutas: Vía verde Tarazónica, Vía Verde Ojos Negros II y Vía Verde Val de Zafán.


Guara, todo un referente nacional


De entre todos los entornos naturales aragoneses que se han adaptado en los últimos años, el Parque Natural de la Sierra y Cañones de Guara -reconocido este viernes por la consultora con el Título de Accesibilidad y Adaptabilidad- es con diferencia el medio que más ha apostado por este tipo de turismo. "En la medida en que un destino, como está ocurriendo en Guara, está generando numerosos recursos accesibles, este empieza a ser un referente a nivel nacional en materia de accesibilidad. Y ya no es que digas: 'es que tiene un sendero'. No, es que tiene varios senderos, varios centros de interpretación, varios miradores de aves adaptados... en definitiva, todo un nutrido grupo de recursos que lo hacen idóneo para este colectivo", argumenta Izaskun.


En la actualidad, el espacio dispone de doce infraestructuras accesibles certificadas: dos centros de interpretación -Bierge y Arguis-, tres obsevatorios de aves -Alquézar, Nueno y Santa Cilia de Panzano-, cuatro miradores -Vero, Salto Roldán, Vadiello y Calcón- y tres senderos -La Tamara, Encina de Lecina y el sendero botánico de Bierge-. No obstante, reconoce Izaskun, "lo que todavía falla en este parque es el alojamiento". En lo que respecta a este, el Centro Vacacional de Isín -próximo a Sabiñánigo- y el Caserón Baruca (Bielsa) se han convertido en dos referentes de accesibilidad en Aragón.


De pueblo abandonado, a albergue adaptado


La localidad oscense de Isín ha pasado de ser un pueblo abandonado a ser todo un ejemplo de turismo adaptado. La idea de convertir Isín, un núcleo rural cercano a Sabiñánigo, en un pueblo vacacional enfocado a personas con discapacidad fue promovida por la Fundación Benito Ardid. Según señalan desde esta, el proyecto supuso "un sueño hecho realidad", el de "poder ir y disfrutar del Pirineo en sillas de ruedas y encontrar un lugar donde la palabra discapacidad fuera un reto y no un problema". Paco López, director del Albergue, explica que además de los apartamentos adaptados -que respetan la arquitectura del Serrablo-, se restauró también la iglesia del pueblo para ponerla a disposición de las necesidades de los visitantes.