Festejos en Aragón

Los pueblos suplen con ingenio la falta de dinero para fiestas

Buena parte de los pueblos aragoneses, los consistorios y las comisiones de fiestas intentan que la crisis no afecte demasiado a la diversión de sus vecinos.

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Los pueblos suplen con ingenio la falta de dinero para fiestas
A.A.

En plena temporada alta de fiestas patronales en una buena parte de los pueblos aragoneses, los consistorios y las comisiones de fiestas intentan que la crisis no afecte demasiado a la diversión de sus vecinos y suplen las carencias económicas con más ingenio y participación.


El presupuesto de las fiestas de San Lorenzo de Huesca se ha visto reducido de medio millón de euros a 355.000 en la edición que justo acaba de finalizar, y a 272.000 euros -el más bajo en 10 años- ascendió el presupuesto de la fiestas del Ángel en Teruel. Y esta situación se repite a lo largo y ancho de la comunidad.


Una de las medidas más recurrentes a la hora de ajustar los presupuestos de las fiestas patronales es reducir días, como en las localidades zaragozanas de Cosuenda o Used, con lo que se ahorran un día de festejos taurinos, que es en lo que se va la mayor parte de los presupuestos de las fiestas.


En las fiestas de Cosuenda, la próxima semana, habrá solo ocho festejos taurinos cuando ha llegado a celebrar hasta 12, lo que supone un tercio de recorte, en la línea del ajuste general de los últimos años, según ha indicado a Efe su alcalde, Óscar Lorente.


Una sesión de vaquillas cuesta alrededor de 2.500 euros, porque al propio espectáculo hay que añadirle seguros, asistencia médica o director de lidia, pero es complicado prescindir de este tipo de actos, muy arraigados en buena parte del territorio.


Incluso en Cariñena -que celebrará sus fiestas patronales en el mes de septiembre- han aumentado los festejos taurinos este año. Para ello, los han externalizado y han aumentado la cuota del abono de la plaza de toros.


Otra solución recurrente es la participación de peñas y asociaciones, algo que ya era habitual. Así, en Used, sus casi 30 peñas se reparten año a año las diferentes actividades: juegos infantiles, recenas, meriendas, taquilla del pabellón, etc.


Las orquestas, que tradicionalmente amenizan los bailes en los pueblos aragoneses, tampoco se han librado del ajuste, ya que son varios los ayuntamientos que han optado por conjuntos más económicos.


Del mismo modo, la "disco-móvil" es otra solución barata para cubrir las noches festivas, e incluso en algunos pueblos es la propia comisión de fiestas la que pincha las canciones.


La vía de los ingresos supone otro modo de ajustar los presupuestos y en la inmensa mayoría de los pueblos de menor población los vecinos pagan cuotas que oscilan entre los 27 euros y más de 40 en algunos casos.


En este sentido, en Alpartir (Zaragoza) han optado por ofrecer un cartel de calidad con entrada gratuita, por lo que la afluencia de gente de otras localidades es mucho mayor y pueden sacar más dinero por la subasta de la barra.


Ésta, junto a un trabajo continuo de la comisión de fiestas desde el mes de enero comparando presupuestos para acomodar la programación a las cuotas, es la estrategia de ahorro que siguen en Alpartir porque, como dice su alcaldesa, Marta Gimeno, "las fiestas son muy importantes, pero tenemos que entender que hay servicios prioritarios".


El ajuste en esta última localidad asciende a 6.000 euros para las últimas fiestas -que tuvieron lugar en junio- aunque se mantiene un déficit de 13.500 euros, algo menor que el de Cosuenda, que asciende a 16.000 euros, a pesar de que se ha reducido a la mitad en los últimos cinco años, mientras que otros municipios como Albeta o Used se encuentran en una situación de equilibrio presupuestario.


Mayor ha tenido que ser el ajuste en Cariñena, donde en 2007 se gastaban hasta 168.000 euros en las fiestas y para este año tienen presupuestados 90.000 euros, según ha indicado a Efe su primer edil, Sergio Ortiz.


"No necesariamente para que la gente se lo pase bien hay que gastar dinero", ha añadido el alcalde, que además cree que el producto ahora es mucho mejor aun con menos dinero.


El año pasado se lanzó la campaña "Yo Colaboro", mediante la cual se regalaba una chapa a todo aquel que contribuyera con 10 euros a las fiestas cariñenenses, pero fue "un rotundo fracaso".


Otras fuentes de ingresos fundamentales son los sorteos, loterías o los tradicionales bingos que se celebran en los descansos de los bailes o las vaquillas.


No obstante, algunos como la alcaldesa de Used, MªCarmen Sánchez, afirman que "siempre ha habido recortes" y que se dedican a "administrar miserias".


Además, ha lamentado que haya familias que ya no se queden a las fiestas por el enorme gasto que suponen.

En definitiva, los pueblos aragoneses siguen celebrando sus fiestas patronales y hay algo en lo que ni gobiernos, ni mercados, ni agencias de calificación podrán recortar: las ganas de diversión de los vecinos.