Varias comarcas de las provincias de Zaragoza y Teruel están en alerta roja por un riesgo elevado de incendios, motivo por el que la dirección general de Gestión Forestal del Gobierno de Aragón hace un llamamiento a los ciudadanos para que extremen la precaución.

Las comarcas afectadas por esta alerta son Campo de Daroca, Jiloca, Sierra de Albarracín, Comunidad de Teruel, Gúdar-Javalambre y Maestrazgo.

La alerta roja + implica que se dan condiciones especialmente propicias para que se originen numerosos incendios forestales y sean especialmente peligrosos, indican asimismo fuentes de la Delegación del Gobierno en Aragón.

Como norma general, en caso de condiciones meteorológicas que favorezcan la propagación de incendios, como días de elevadas temperaturas, sequía prolongada y viento, hay que abstenerse de encender fuego con cualquier finalidad.

Tampoco dejar hogueras o lámparas encendidas y desatendidas y es necesario asegurase de apagar bien las cerillas y cigarrillos y no tirarlos por las ventanillas del coche, como tampoco abandonar en el campo botellas, objetos de cristal o basuras que puedan provocar o favorecer el incendio

En el caso de los agricultores y ganaderos, se recuerda que está prohibida en esta época la quema de rastrojos y se recomienda revisar la maquinaria agrícola para mantenerla en perfecto estado, así como ir provisto de extintores u otros medios auxiliares que puedan colaborar en evitar la propagación del fuego.

A los propietarios de viviendas cerca del monte se recuerda que las viviendas y otras construcciones deben contar con una franja de seguridad, libre de residuos combustibles, vegetación seca y matorrales.

En el caso de encontrarse en las proximidades de un incendio forestal, se recuerda que hay que llamar lo antes posible al 112 para comunicar la situación del incendio.

Ante un incendio, hay que respirar tapando la nariz y la boca con un paño mojado, ir siempre en sentido contrario a la dirección del humo, no encaminarse hacia barrancos u hondonadas y de permanecer en terreno sin vegetación o ya quemado.

En el caso de que el fuego sea pequeño y se pueda actuar con seguridad, hay que atacarlo por la base, intentando apagarlo con agua o sofocarlo golpeando con ramas de árbol.