En Aragón

Los centros decidirán si los niños pueden llevar fiambrera al comedor

La DGA no cierra la puerta a esta posibilidad, a la que se oponen frontalmente los padres, tanto de la pública como de la concertada.

Comedor escolar en Garrapinillos
Unas 600 solicitudes de becas denegadas por carecer de NIE o NIF
HERALDO

El debate nació el pasado mes de junio con el anuncio, por parte de la Generalitat, de que los niños podrían llevar sus propios 'tupper' a los colegios de Cataluña. Dos meses más tarde, la discusión se ha calentado al confirmarse el precio que supondrá para los padres catalanes decantarse por esta opción: 3 euros al día en concepto de utilización del comedor, la mitad del importe de un menú escolar en la comunidad vecina.


A lo largo de estas ocho semanas, Madrid y Valencia se han subido al tren de la tartera. En la primera será, a priori, una posibilidad sin coste añadido, según anunció el Consejo Escolar de la Comunidad. Sin embargo, la consejera valenciana de Educación anunció que estudiaba cobrar "una parte pequeña y muy simbólica" a los alumnos que llevaran su comida de casa a los comedores escolares, si bien advirtió que "nunca" se llegaría a los tres euros de Cataluña.


En Aragón, según aclararon a lo largo del miércoles fuentes del departamento de Educación, será el propio consejo escolar de cada centro el que decida si los pequeños pueden llevar o no fiambrera a las escuelas.


Desde la DGA explican que "no es una cuestión que se pueda imponer, ni en un sentido ni en otro". Además, indican, existen varios criterios a tener en cuenta: las condiciones sanitarias, que "deben ser garantizadas" (mantener los alimentos en una temperatura óptima, proporcionar cubiertos y un espacio adecuado a los escolares); y el personal de los comedores -monitores y servicio de limpieza- que "va incluido en el precio del menú".


La 'vía tartera' se abriría, de este modo, a algunas familias aragonesas, muchas de ellas ahogadas por la crisis. No en vano, las federaciones de AMPAS a nivel nacional cifran entre un 15% y un 20% el porcentaje de niños que han dejado de alimentarse en los centros debido a la imposibilidad de hacer frente al coste que supone.


Los padres y madres de Aragón, tanto de la escuela pública como de la concertada, rechazan de plano la más mínima posibilidad de que la medida llegue a implantarse en un solo centro. Juan Ballarín, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Alumnas de Aragón (FAPAR), se muestra especialmente contrario a la posibilidad, tanto si hubiera que pagar como si no: "Es increíble que hayamos llegado a esta situación, que haya tantos padres que no puedan enviar a sus hijos al comedor. El sistema de becas es ridículo mientras se inyectan millones a los bancos. Esta medida solo haría que acrecentar las diferencias entre las familias, reflejándolo en los niños".


Eso, asegura el presidente, en el caso de que se llevara a cabo sin cobrar. El caso contrario es calificado por Ballarín de "miserable". Además, se muestra preocupado por los controles que se realizarían en los centros.


Un discurso parecido, aunque menos vehemente, mantiene Pedro Martínez, presidente de de los padres de la enseñanza concertada (CECAPA): "No estamos en absoluto de acuerdo con esta medida y esperamos que no llegue a Aragón. La comida de un niño no es solo comer en el centro, no podemos permitir que se reduzca a un bocata o una fiambrera. Es algo mucho más serio que tiene un trasfondo educativo: aprender a socializarse, a comer...".


Mientras desde las asociaciones de padres se sigue criticando el sistema de las ayudas al comedor, desde el Ejecutivo aragonés hacen hincapié en que "este año se ha duplicado el importe de las becas".


Piden la opción vegana


En otra batalla muy diferente se encuentra inmersa Aula Animal, organización aragonesa que agrupa a docentes "concienciados con el maltrato animal" que asegura haber recibido durante los últimos meses las peticiones de varias familias veganas cuyos hijos "no pueden comer en los centros escolares públicos debido a la negación de una dieta exenta de productos de origen animal". Por ello ha solicitado formalmente a la consejería de Educación que posibilite, a partir del próximo curso, la dieta vegana como opción en los comedores escolares a aquellos alumnos que lo soliciten.


Desde Aula Animal lamentan que "no exista la posibilidad de alimentarse de una manera que, además de ser ética con los animales, está demostrada por los organismos de nutrición más relevantes que es saludable". "En Aragón sí se están facilitando otras opciones alimenticias por motivos religiosos y, sin embargo, las razones éticas se quedan al margen", añaden desde la agrupación.