En Aragón

Un tercio de los médicos de familia tiene más pacientes de los recomendados

La atención primaria aragonesa tiene mejores medias que la nacional, pero un 33% de estos profesionales y la mitad de los pediatras superan el cupo idóneo para ofrecer una atención adecuada.

Una paciente entra al centro de salud de Valdespartera
Un tercio de los médicos de familia tiene más pacientes de los recomendados
O. DUCH

La sanidad aragonesa se encuentra por debajo de la media nacional en número de pacientes asignados a cada médico, pediatra y enfermero, aunque existen importantes diferencias en cuanto al volumen de trabajo que soportan los diferentes facultativos, que pueden llegar a ser hasta diez veces mayor en algunos casos. Según los últimos datos del Sistema de Información de Atención Primaria (SIAP) del Ministerio de Sanidad , hasta un tercio de los médicos de familia aragoneses tienen asignadas más tarjetas de las 1.500 establecidas como cupo idóneo para ofrecer una atención sanitaria adecuada.


La dispersión de la población rural ocasiona que algunos de estos profesionales sanitarios estén a cargo de menos de 500 personas, mientras que otras consultas del ámbito urbano tengan inscritas más de 2.000 cartillas. “Que un médico tenga menos pacientes no significa que trabaje menos. Medio centenar de personas en el medio rural pueden conllevar más trabajo que 1.500 en una gran ciudad, ya que suele implicar atender en varios pueblos y recorrer una considerable cantidad de kilómetros”, explica Lorenzo Arracó, secretario general del Sindicato de Médicos de Aragón, quien señala este factor como la principal causa del elevado coste que supone mantener la atención primaria aragonesa.

Desequilibrio

“Existe un gran desequilibrio originado por la distribución de la población aragonesa. El número de médicos que necesitamos para dar una asistencia de calidad en el medio rural es mucho más alto que el de otras comunidades”, indica Evangelino Navarro, responsable del sector sanitario en Aragón de CSI-F.


El bajo número de pacientes que puede cubrir cada médico en algunas zonas de la Comunidad (unos 200 profesionales tienen asignadas menos de 500 personas) regula la media aragonesa (1.155 pacientes por facultativo), que se encuentra en el otro extremo con el caso de los barrios más saturados de las ciudades, sobre todo Zaragoza, en los que la mayoría de los médicos tienen a su cargo más cartillas de las recomendadas. Es el caso de los 335 profesionales que se ocupan de entre 1.500 y 2.000 personas y los 12 que superan esta última cifra.


“En los grandes núcleos urbanos, casi nunca se baja de 1.600 pacientes y raramente se superan los 2.000”, resume Arracó, quien analiza la situación de 'saturación' que viven algunos de estos profesionales: “La situación es preocupante, pero debemos reconocer que el estado de la sanidad aragonesa es relativamente bueno. Queda trabajo por hacer, pero durante la última década hemos avanzado mucho”.

La segunda mejor media de España


De hecho, la media de la Comunidad (1.155 tarjetas por cada facultativo) es bastante mejor que la nacional (1.385) y todavía más si se compara con el cupo de 1.500 personas establecido como idóneo. De hecho, Aragón es la segunda región con mejor ratio de pacientes por médico de familia, tan solo por detrás de Castilla y León, la única que baja de las 1.000 tarjetas por facultativo (927) debido a una situación similar a la aragonesa, ya que cuenta con una población muy dispersa concentrada en pequeños núcleos y necesita una gran cantidad de médicos para cubrir sus necesidades.


Algo parecido ocurre con los pediatras aragoneses, con el agravante del déficit de este tipo de profesionales que existe en la Comunidad. “Hacen falta más para cubrir todos los puestos que hay”, indica Navarro. De hecho, alrededor de la mitad de estos facultativos tienen asignados más niños de los 1.000 recomendados y la media (1.014), a pesar de estar por debajo de la nacional (1.033) también supera este cupo.


De nuevo, la gran dispersión de la población y su envejecimiento, que obliga a agrupar grandes áreas de territorio para reunir a un número considerable de niños, son los principales obstáculos de este sector de la atención primaria en la sanidad aragonesa.