Servicios sociales

El verano no alivia la crisis de las residencias privadas

Los centros de mayores, que suelen llenarse durante la época de vacaciones, apenas han alcanzado el 70% de su ocupación este año. Para optar a una plaza pública hay lista de espera.

Un residente de uno de los centros de mayores de Aragón
El verano no alivia la crisis de las residencias privadas
A. N.

Ni siquiera el verano, cuando muchas familias dejan a sus mayores temporalmente en residencias para irse de vacaciones, ha aliviado la crisis de los centros privados. Su ocupación apenas llega al 70% en julio y las previsiones para agosto son similares, una situación bien diferente a la que experimentan las casi 5.000 plazas públicas que hay en Aragón -2.900 en centros de la DGA y 1.800 concertadas-, para las que incluso hay lista de espera.


“Durante el verano suele aumentar la actividad e incluso es normal que algunas residencias se llenen por completo, pero este año se ha producido un importante descenso de la demanda”, asegura Antonio Mayor, presidente de la Asociación de Centros de Asistencia y Servicios Sociales de Aragón (Acassa), una organización que representa a más de 60 residencias de la Comunidad con más de 4.000 camas y casi 2.000 empleados.


La falta de ingresos de las familias ha ocasionado que muchas de ellas no puedan asumir el precio de estos servicios -entre 1.200 y 2.000 euros al mes- para irse de vacaciones, lo que ha derivado en un descenso de la demanda que, además, se ha visto agravado por la falta de conciertos de la DGA, que ha subvencionado un porcentaje mínimo de las plazas que acordó con las residencias privadas.


A pesar de que estos centros se ajustan a las necesidades del cliente, y durante el verano es común que cuiden de ancianos solo durante varios días o semanas, su bajo porcentaje de ocupación ha hecho saltar las alarmas en el sector, que alerta de la posible pérdida de empleos entre sus trabajadores.

Sin plazas en los centros públicos


Las residencias públicas y las plazas concertadas en las privadas, en cambio, se encuentran saturadas e incluso hay lista de espera para poder acceder a ellas. El Instituto Aragonés de Servicios Sociales (IASS), dependiente del Gobierno de Aragón, se comprometió a subvencionar 700 plazas en centros de capital privado, pero los recortes han paralizado este proyecto y solo un pequeño porcentaje de las mismas han recibido estas ayudas.


Por su parte, desde la DGA aseguran que, a pesar de que el cupo público esta cubierto, cada caso se estudia de forma independiente y es existen ciertas plazas reservadas para casos especiales, como los de discapacidades graves.