Un año de gobierno

Rudi: "El pacto con el PAR requiere flexibilidad mental, cintura política y realismo"

La presidenta de Aragón afirma que la situación de Aragón es "menos mala" que la de otras comunidades. Dice que la relación con el PAR es "fluida", con diferencias en temas como la reorganización territorial.

El pacto de gobernabilidad del Partido Popular y el Aragonés para el ejecutivo de la comunidad requiere, según confiesa su presidenta, Luisa Fernanda Rudi, "hablar mucho, flexibilidad mental, cintura política y grandes dosis de realismo", todo en pos de afianzar una relación que Rudi califica de "fluida".


El próximo 15 de julio se cumple un año de la toma de posesión del gobierno de Aragón que preside Rudi, después de unas elecciones autonómicas que desbancaron al PSOE de la principal institución de la comunidad, que los socialistas habían estado gobernando con quien luego se convertiría en el socio de los populares, el PAR.


La presidenta de este nuevo ejecutivo de coalición se ha referido a la marcha de este pacto entre "dos partidos diferentes", que coinciden en alguna cosa y en otras no, ha precisado.


Y reconoce que uno de los asuntos en los que ambos están "más lejos" es en la propuesta para acometer una reorganización territorial y competencial entre ayuntamientos, comarcas y diputaciones, pero asegura que están "trabajando en encontrar el punto de equilibrio, con grandes dosis de sentido común", con la intención de incorporar luego al acuerdo al Partido Socialista.


Precisamente contar con el apoyo de los socialistas en "políticas estructurales" de la comunidad es uno de sus objetivos, pero para ello hace falta "generosidad". "Yo represento al partido más votado y la dosis más alta de generosidad me la aplico a mi misma", enfatiza.


La crisis económica y su repercusión en el día a día de la comunidad centran todas las políticas del gobierno, cuya presidenta no entiende muy bien las protestas ciudadanas en un momento de crisis, ha dicho, en el que los intereses generales deberían prevalecer sobre los particulares o los de grupo.


Pero muestra, no obstante, todos sus respetos "para quienes se manifiestan y para las protestas", aunque duda de que sean "mayoritarias".


Y rehúsa el argumento de quienes vinculan los rescates millonarios a la banca o la amnistía fiscal con los recortes en determinados servicios sociales: "No son cosas comparables", matiza.


La presidenta de Aragón ha apuntado que si un sistema financiero en cualquier país del mundo se cae, "quiebra ese país. Así de claro", y por eso está justificado ayudar a los bancos.


Eso sí, estima que debería haberse hecho antes, en 2008, pero en ese momento el anterior presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, decía que en España "éramos los reyes del mambo" y teníamos "el mejor sistema financiero del mundo".


Rudi sí que reconoce, preocupada, la desafección política que está instalada en la ciudadanía, y asegura con rotundidad que ésta se combate con "ejemplaridad, transparencia y respeto", para conseguir transmitir la idea de que los partidos son los instrumentos "para ejercer la política" en un sistema, la democracia, que es "el menos malo de los conocidos".


Para la presidenta, es necesario poner en valor el trabajo, por ejemplo, de miles y miles de concejales que no solo no cobran, sino que a veces ponen dinero por sus pueblos. "Pero eso no sale en los medios; solo sale quien hace lo que no debe", ha lamentado.


Echando la vista un año atrás, Rudi considera que presidir Aragón es "más o menos" como lo imaginaba, a pesar de que ha sido un ejercicio "muy complicado" y que la situación que se encontró en su despacho del edificio Pignatelli cuando lo pisó por primera vez "era bastante más compleja de lo que en un primer momento se nos dijo". De hecho, ha recordado que encontró facturas en los cajones por 465 millones de euros.


Entonces, en julio de 2011, Rudi prometió una administración "transparente y eficaz" y esas dos cosas las ha cumplido, dice, "perfectamente", garantizando el gasto social para que no sean quienes más lo necesitan quienes soporten los ajustes.


Insiste que la situación es muy complicada: "Atravesamos una gran tormenta; desconocida por incidencia, volumen y virulencia, y lo importante es mantener el timón firme y que cuando salgamos lo hagamos con las velas enteras o, cuando menos, lo menos rotas posibles. En este primer año el barco lo mantenemos firme y con menos daños que otros barcos que van paralelos a nosotros", en alusión a otras autonomías.


Rudi insiste en que la situación de Aragón es "menos mala" que la de otras comunidades, tanto en cumplimiento de los objetivos del déficit como en el diferencial con la tasa de paro, puesto que el desempleo "crece mucho más lento en Aragón que en el resto de España".


Como puntos positivos que contribuirán que Aragón pueda salir fortalecida de esta crisis, Rudi cita la situación geoestratégica, la menor incidencia del sector de la construcción en la economía general, un sector exportador más importante y una participación más alta de la producción industrial en el PIB.


Rechaza las críticas "de brocha gorda" de la posición y niega las acusaciones de "seguidismo" al gobierno central. En este sentido, ha recordado que su gobierno planteó sus propios ajustes antes de que se produjera el cambio en el ejecutivo del país y, respecto a los decretos que imponen medidas de ahorro, asegura que no entra en sus planes dejar de cumplir la ley, pero que los aplicará con el mayor margen de maniobra posible.


"Y a nadie debe extrañarle que mis planteamientos políticos coincidan en gran parte con los del gobierno central; llevo 30 años trabajando en el proyecto político del PP y en el proyecto político global algo he aportado yo también", ha recordado.