Los profesores, padres y alumnos de más de 50 colegios, institutos y facultades se han encerrado en sus centros para defender la educación pública en una protesta sin precedentes en Aragón. Animados por la avalancha de actos reivindicativos, pero de forma individual, decenas de centros han engordado la lista de apoyos a una iniciativa que nació en Albarracín y se ha extendido, imparable, por toda la Comunidad. Ni siquiera los pioneros de las noches en vela, los profesores y alumnos del instituto de esta localidad, esperaban que su objetivo de “prender la mecha” acabara con una explosión de semejante tamaño. Y la llama no se apaga, pues está prevista una nueva oleada de encierros para el próximo miércoles.

La ciudad de Zaragoza, con alrededor de 30 centros en pie de guerra, ha vuelto a ser la referencia de una fiebre verde que también ha llegado hasta Huesca, Teruel, y decenas de localidades de toda la geografía aragonesa. Sabiñánigo, Utrillas, Azuara, Cariñena, Monzón, Andorra, Tarazona, Utebo, Zuera, Épila, Fuentes de Ebro, Alcorisa, Ateca, Castejón de Sos, Alcañiz e Illueca también se han unido a la batalla de los sacos de dormir y las esterillas para luchar contra “la precarización intencionada de la enseñanza pública y el Real Decreto 14/2012”, que recoge las medidas urgentes de racionalización del gasto público en el ámbito educativo.

“Si somos tantos, algo de razón tendremos”, asegura Juan Ballarín, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (Fapar), quien cree que la defensa de la escuela pública debe hacerse entre todos: “No nos vamos a cansar de gritar, así que algún día tendrán que escucharnos”.

La revolución de las redes sociales

Tampoco se rinden los miembros de Marea Verde, quienes califican de “inéditas” las protestas aragonesas. “No nos consta que nunca haya sucedido algo así. Esta iniciativa se ha contagiado de una forma increíble de unos centros a otros, sobre todo gracias a las redes sociales y al 'hashtag' #tomatucentro, a través del cual todos hemos podido seguir los acontecimientos”, explican desde esta plataforma.

Mientras algunos de los centros 'contagiados', como el Pedro de Luna, el Pilar Lorengar o el Santiago Hernández, ya habían pasado varias noches de encierro, han sido muchos los que han debutado en la madrugada de este jueves. Es el caso del IES Grande Covián, donde organizaron clases de repaso y diferentes actividades para los alumnos. En el colegio Tenerías, junto al Puente de Hierro, decenas de profesores, padres y niños ya se habían concentrado a primera hora de la tarde para no perderse ninguna de las muchas actividades programadas.

“Es una cuestión muy seria, pero a los más pequeños hay que presentarles estas situaciones casi como un juego”, explicaban los padres, que tardaron en convencer a sus hijos de que había llegado la hora de dormir. “Realizamos una asamblea informativa para debatir si nos uníamos a los encierros, y la propuesta contó con el consenso de casi todo el mundo. Los padres son conscientes de que lo que está en juego es el futuro de sus hijos”, aseguraba Miguel Ángel de Diego, profesor del colegio Tenerías.

Pero las noches 'verdes' no solo se han concentrado en los colegios e institutos, ya que los alumnos de varias facultades de la Universidad de Zaragoza -Filosofía y Letras, Ciencias Sociales y Educación- y de la Escuela de Artes de Teruel también se unieron a la oleada de encierros.

Jornada de protestas

La jornada de defensa de la educación pública llegó a su máximo exponente de madrugada, pero fueron muchos los que a lo largo de todo el día participaron en diferentes actos reivindicativos. El colegio Tenerías fue el más madrugador y realizó una pequeña concentración a las 9.00, mientras que otros centros, como el IES Corona de Aragón, aprovecharon la hora del recreo para salir a protestar a la calle.

A las 13.00, varios colegios e institutos ubicados cerca del río también se reunieron en el puente de Hierro para escenificar un "abrazo verde al Ebro" en defensa de la escuela pública y solidarizarse con los encierros. A la misma hora también realizó un abrazo, en este caso a su centro, la comunidad educativa del colegio Joaquín Costa de Zaragoza.