Protestas por los recortes educativos

Una marea de 15.000 camisetas verdes

Las camisetas contra los recortes se han convertido en un símbolo de las protestas. En abril y mayo los puntos de venta se desbordaron.

La Pantera Rossa, punto de venta de las camisetas
Una marea de 15.000 camisetas verdes
P.F.

La historia de las camisetas verdes es la historia de cómo han ido creciendo el movimiento Marea Verde y las protestas contra los recortes educativos en Aragón. Cada miércoles, más profesores, padres y alumnos visten la camiseta verde, que también está siendo protagonista en los encierros de los colegios e institutos.


“En septiembre empezaron las primeras asambleas de profesores en Aragón. A principio de curso comenzaron algunos recortes en la enseñanza, como el retraso en los pagos a centros, eliminación o congelación de algunos programas educativos... En octubre decidimos lanzar las camisetas verdes, siguiendo la iniciativa de Madrid y para dar visibilidad a la creciente preocupación entre la comunidad educativa”, cuenta Alberto Lorente, maestro de Primaria, director del CRA de L'Albardín y miembro de Marea Verde.


La plataforma de profesores diseñó la camiseta (con el lema “Educación pública sí, recortes no” y el dibujo de unas tijeras tachadas). Se encargó su fabricación a Simbiosis, una tienda de camisetas y serigrafía de Zaragoza. Poco después se pusieron a la venta (a 6 euros) en Simbiosis (calle Latassa, 32) y en la librería y centro social La Pantera Rossa (calle de San Vicente de Paúl, 28).

Otro impulso

En abril, el ministro Wert anunció el decreto de racionalización del gasto educativo y el Gobierno de Aragón presentó su propio plan de ajuste por consejerías. La venta de camisetas se disparó. “El movimiento de Marea Verde creció mucho y la venta de camisetas nos desbordó. Los fabricantes de Simbiosis no encontraban proveedores de camisetas verdes. La semana de la huelga (el 22 de mayo) se agotaron”, cuenta Alberto Lorente.


Desde Marea Verde calculan que en Aragón se han vendido cerca de 15.000 camisetas contra los recortes educativos, contando las de su propio diseño, algunas compradas al inicio de las protestas en Madrid y otras que han hecho por su cuenta en distintos centros. “La camiseta ha jugado un papel muy importante. Se ha convertido en un símbolo de la protesta, le ha dado visibilidad y ha permitido que las reivindicaciones penetraran en los centros”, sostiene Alberto Lorente.


Ahora se siguen vendiendo a buen ritmo en Simbiosis, La Pantera Rossa y en la Universidad de Zaragoza. Los interesados de fuera de Zaragoza las pueden encargar directamente a Marea Verde.


“Abril y mayo fue un 'boom'. Pasamos de vender un pedido de 150 camisetas en 3 o 4 días a que se agotaran en tres horas. Teníamos filas en la tienda. Solo en mayo vendimos 1.118”, cuenta Javier Gimeno, de la Pantera Rossa “Al principio solo venían profesores y ahora, muchos padres con niños”, apunta Javier, que los miércoles también se viste con la camiseta verde.


“El ministro Wert nos está haciendo una campaña de márquetin tremenda -bromea-. El fenómeno de las camisetas demuestra que no hay una resignación, sino muchas ganas de seguir peleando por la escuela pública”, asegura.