Reclusos en el exterior

Al menos 21 aragoneses están encarcelados en el extranjero

La mayoría se encuentran en Sudamérica. En total hay 2.454 españoles presos fuera de las fronteras, el 80% por narcotráfico.

El joven bilbilitano que estuvo un mes encarcelado por intentar llevarse dos piedras de un yacimiento arqueológico.
Diego Martínez regresa de Turquía_3
EFE

El número de aragoneses encarcelados en prisiones del extranjero asciende, al menos, hasta 21 a fecha de 31 de mayo. La cifra, facilitada por los diferentes consulados repartidos por el mundo a través del Ministerio de Asuntos Exteriores no es más precisa porque un buen número de los detenidos no está identificado.


En concreto, fuera de las fronteras del país se encuentran en estos momentos un total de 2.454 presos españoles, de los que se desconoce su procedencia concreta en 1.017 casos. Se trata de un dato que no ha dejado de subir en los últimos años y que los expertos relacionan con la crisis.


Los apuros económicos actuales impulsan a muchos a buscar soluciones rápidas, pero peligrosas. Y sin duda, en este sentido, la vía más empleada es la del narcotráfico, que representa el 80% de los cargos que se imputan a los reclusos españoles en el exterior.


Según fuentes ministeriales, “se nota un cierto repunte” de casos últimamente. En la misma fecha de 2011, había cien españoles menos entre rejas fuera de las fronteras.


En cuanto al destino de los presos -tanto aragoneses como nacionales-, la mayoría se concentra en países del continente sudamericano. Colombia (209 encarcelados), Brasil (200), Argentina (126) o Ecuador (120) representan las mayores concentraciones al otro lado del Atlántico.


Sin embargo, existe una población reclusa ‘de proximidad’ muy importante en territorios como Francia (198), Marruecos (194) o Portugal (153).

Cómo ayudar desde España

Cualquier situación que desemboca en el encarcelamiento de una persona fuera de su país representa un drama tanto para el preso como para toda su familia. La impotencia de verse incapaces de ayudar o el desconocimiento de la ley vigente en el país en cuestión son los principales escollos con los que se encuentran los seres queridos.


Por ello, tanto la red de consulados españoles repartidos por el mundo, como instituciones de colaboración (el Instituto Ramón Dubal o el Movimiento por la Paz, entre otros) ofrecen sus recursos para sobrellevar el trance.


En concreto, el personal de estos organismos presta asesoramiento legal, ayuda psicológica y todo tipo de orientación para facilitar el retorno del preso con la mayor brevedad posible.