Huelga

La educación pública sale a la calle

Miles de profesores, estudiantes y padres de alumnos han han vuelto a salir a la calle, con más fuerza si cabe que en la concentración matinal, para rechazar los recortes en educación.

Huelga en la Educación Pública
Huelga en la Educación Pública
J. L. GAONA

Por si el mensaje que la escuela pública había lanzado durante la mañana de este martes no estaba del todo claro, miles de profesores, estudiantes, padres de alumnos y defensores de lo público han vuelto a tomar las calles de Zaragoza, Huesca y Teruel para rechazar los recortes en educación promovidos por el ministro de Educación, José Ignacio Wert.


La segunda gran protesta del día ha clausurado por todo lo alto una huelga que se ha notado tanto en la calle como en las aulas, aunque en este caso su incidencia dependa de quién haga el recuento. Según los sindicatos, entre el 85 y el 90% de los universitarios -dependiendo del campus- y alrededor del 70% de los profesores de los centros públicos han respaldado la convocatoria, mientras que el Gobierno autonómico ha rebajado a poco más del 50% la cifra de personal docente no universitario que ha ejercido su derecho a la huelga.


Pero las dudas que siempre generan estos cruces de datos se han resuelto en menos de un kilómetro, la distancia que separa el Paraninfo de la Universidad del edificio Pignatilli. Ese tramo han recorrido los miles de zaragozanos que han salido a la calle para reclamar una educación pública de calidad y protestar contra los recortes. “El Gobierno tendrá que escuchar cuando hay tanta gente y grita tanto. Y, si no escucha a los ciudadanos, no es un Gobierno”, ha reclamado Juan Ballarín, presidente de la Federación de Asociaciones de Padres y Madres de Aragón (Fapar).


También han acudido al acto representantes de varios partidos políticos, que han encabezado la manifestación a favor de la educación pública. Javier Lambán, secretario general del PSOE en Aragón, Nieves Ibeas, diputada de CHA y Adolfo Barrena, de Izquierda Unida, han sido las caras visibles de la oposición.


Y, al ritmo de gritos como “Wert, escucha, el pueblo esta en la lucha”, “La educación no se vende, se defiende” o “'Docentes y estudiantes, unidos y adelante”, la larga columna de manifestantes ha avanzado por el paseo de Pamplona y María Agustín hasta llegar a la sede del Gobierno de Aragón, donde se ha concentrado el núcleo de la protesta. “Soy interina, este curso ya he trabajado en cuatro centros y, debido a los recortes, puede que el año que viene no tenga trabajo”, reclamaba María Felipe en el epicentro de las protestas.


José Alberto Díez, licenciado en Químicas y estudiante del Máster de Educación, estaba más preocupado por el aumento de las ratios: “Es imposible, tanto por razones de espacio como por motivos didácticos, meter a más de 30 alumnos por clase”.


Otros, sin embargo, reclamaban más compromiso por parte de todos los ciudadanos. “A mí me afecta el doble porque soy estudiante y quiero ser profesor, pero creo que todo el mundo debería ser consciente de que vamos a perder todos”, aseguraba David Calvo, estudiante del primer curso de Magisterio.


Muchas eran las voces que en la tarde de este martes se lanzaron a la calle para protestar, pero solo había un mensaje: “No a los recortes, sí a una educación pública de calidad”.

Protestas matinales


La segunda manifestación de este martes ha confirmado lo que miles de zaragozanos ya habían expresado por la mañana, cuando profesores, estudiantes y padres de alumnos han desfilado desde la plaza de San Francisco hasta el Departamento de Educación de la DGA con idéntico propósito.


A esa concentración también han acudido miembros de los sindicatos y partidos políticos, que han valorado de forma muy positiva la reacción de los ciudadanos contra los recortes. Así, al acto se han sumado responsables de IU y CHA, así como los responsables en Aragón de UGT y CC. OO., Julián Lóriz y Julián Buey, o el encargado de la sección educativa de CC.OO, José Manuel Larrodera, quien ha valorado las consecuencias de los recortes: “Van a suponer una merma de la calidad educativa y de las condiciones laborales del profesorado”.