Bajan los precios

La baja demanda condiciona los alquileres en la costa

La oferta de pisos en alquiler ha crecido y la demanda ha bajado en la costa mediterránea, uno de las destinos vacacionales clásicos de los aragoneses.

Varios anuncios de alquiler de apartamentos en la costa
La baja demanda condiciona los alquileres en la costa mediterránea

Se acaba la primera quincena de mayo y los clasificados de los periódicos y portales especializados de internet van recogiendo los primeros anuncios de alquiler de apartamentos en la costa. Salou, Cambrils o Peñíscola son algunos de los destinos preferidos por los aragoneses, quienes cada año 'colonizan' provincias vecinas en busca del sol, la playa y los chiringuitos.


Sin embargo, y aunque es probable que poco se note en pleno agosto, la crisis también afecta a este sector. La oferta de pisos, explican desde las inmobiliarias, ha aumentado. La demanda, por otro lado, ha caído. Una suma que obliga a muchos propietarios a rebajar sus pretensiones económicas o, como mucho, mantener las de varios años atrás.


Así lo explica Salvador Cazcarro, agente de la inmobiliaria Salou Mar: "La demanda está muy floja respecto a otros años. Ya se notó el año pasado, pero este incluso ha caído un poco más. Aún así se esperan bastantes contrataciones de última hora". Lo que también se está notando, señala Cazcarro, es "un aumento en la oferta", lo cual está provocando que los precios estén "cayendo cerca de un 10%". "Los propietarios están abiertos a negociar", afirma, algo "poco usual".


Otro factor que puede afectar a los arrendamientos son las estrategias hoteleras. "El precio del hotel influye y marca la tendencia, porque en igualdad de precios la gente siempre va a preferir ir a un hotel, donde no tiene que limpiar", indica el agente inmobiliario. "Si han tenido una baja ocupación en Semana Santa, como así ha sido, bajarán los precios y la gente irá", concluye.


"Lo normal es que tuviera agosto cerrado"


"La demanda va mal. Aún no he alquilado ni la primera quincena de agosto ni la segunda de julio, y lo normal es que tuviera agosto cerrado y julio apalabrado", comenta Pascual S., quien, a diferencia de otros años, a estas alturas todavía no ha conseguido completar el calendario de inquilinos de su piso de 75 metros cuadrados con piscina y parquin en La Pineda. Por él pide 1.300 euros por una quincena de agosto y 950 por una de julio.


Pascual, perfecto conocedor de cómo se mueve el sector, asegura que "en otros sitios como Benidorm se encuentran auténticas gangas", como rebajas de 250 euros en un alquiler.


"Mantenemos los precios durante los últimos 4 años"


Un puñados de kilómetros hacia el sur, en la localidad castellonense de Peñíscola, el panorama no dista demasiado. "Nos queda por alquilar junio y septiembre, que siempre es lo más difícil. En julio y agosto mantenemos los clientes de siempre, pero este año las llamadas han sido menos", indica Olga J., quien ofrece un estudio de 80 metros cuadrados a razón de 1.000 euros la quincena. Un precio que mantiene constante durante "los últimos cuatro años".


"He invertido unos 3.000 euros en publicidad"


Ángela Sanz, poseedora de una decena de apartamentos en Salou, apuesta fuerte por la publicidad para poder dar salida a todos ellos. "He invertido unos 3.000 euros en publicidad y además mis hijos han hecho una página web que hemos posicionado en Google y que está traducida a varios idiomas". Es precisamente el público extranjero el que cuadra las cuentas de Ángela. "Empiezan a hacer reservas en enero y miran menos el precio", finaliza.