Libro asesinado

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La mañana en Aragón fue sacudida por un nuevo asesinato. El inspector se acercó a los Galachos de Juslibol.

Entre los árboles había una cinta blanca con rayas azules acordonando el cadáver que estaba tapado con una sábana blanca. La policía científica buscaba pruebas mientras el inspector se rascaba la nuca preguntándose quién había estado asesinando todos esos días.

El cadáver era un libro, con una ilustración de color rosa en su portada. Su lomo, manchado de tierra, y algunas hojas de su interior dejaban ver el drama escrito en él.

El inspector se sentía impotente porque no había pistas del asesino.

Un policía corrió hacia el inspector para darle una buena noticia.

- Señor, sabemos quién es el asesino. El asesino es un niño que juega todo el día a la consola.

Javier Angulo Hernández