Sanidad

El centro de Investigación Biomédica de Aragón estará listo a finales de año

El CIBA es el proyecto "estrella" del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS) que, con motivo de su décimo aniversario, comenzará una nueva etapa en la que se propone aumentar los ensayos clínicos y la autofinanciación,

El Centro de Investigación Biomédica de Aragón (CIBA) estará a pleno rendimiento en el segundo semestre de este año, aunque comenzará a ser ocupado a partir del próximo mes de junio, con la pretensión de convertirse en institución de referencia tanto en la Comunidad como a nivel nacional e internacional.


El CIBA es el proyecto "estrella" del Instituto Aragonés de Ciencias de la Salud (I+CS) que, con motivo de su décimo aniversario, comenzará una nueva etapa en la que se propone aumentar los ensayos clínicos y la autofinanciación, abrir la formación a los profesionales del sector privado y ser más atractivos para los investigadores, las empresas y la sociedad.


Así lo han señalado hoy el consejero de Sanidad, Bienestar Social y Familia, Ricardo Oliván, y presidente del I+CS, y su director gerente, Luis Rosel, durante la presentación de las nuevas líneas de actuación del Instituto y de los actos que se celebrarán esta tarde, con la participación del cardiólogo Valentín Fuster, director general del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares.


Uno de los objetivos de esta nueva etapa es darle forma, poner en valor y aprovechar al máximo el CIBA, que en próximas fechas comenzará a ser ocupado y cuya apertura y puesta en marcha al cien por cien está prevista para el segundo semestre de este año, ha informado el consejero.


Este centro de investigación comenzó su andadura en 2006, mediante un convenio marco entre la Universidad de Zaragoza, que puso el terreno del antiguo animalario detrás del Hospital Clínico, y el Gobierno de Aragón, que se hizo cargo de los fondos necesarios.


Sin embargo, ha atravesado periodos "buenos" pero también otros "problemáticos", como la suspensión de las obras hace un año, ha explicado Rosel, quien ha confiado en que en 2012 podrá ponerse en funcionamiento en toda su totalidad.


A partir de junio se trasladarán al edificio el área administrativa del I+CS y después del verano, los servicios técnicos y las unidades de apoyo a la investigación, y así de manera progresiva hasta su total ocupación.


Mientras tanto el Instituto que dirige Rosel desde el pasado mes de septiembre encara "nuevos tiempos, nueva imagen e incluso un nuevo logo" para mejorar su presencia entre los investigadores, las empresas y la sociedad, con las premisas de "facilitación, agilización y simplificación".


Así, los cursos de formación que imparte (85 en 2012 y más de 900 solicitudes) se abrirán a los profesionales del sector privado, a cuyos hospitales también se ofertará el programa de Formación Organizada en Competencias Utilizadas en el Sistema de Salud (FOCUSS), ha informado Rosel.


Otras metas son la potenciación de la biblioteca virtual del Instituto, que coordinará las de los hospitales, universidad y centros privados, y el desarrollo de la cirugía experimental, ya que el CIBA contará con mejores instalaciones, entre ellas dos quirófanos, uno de ellos doble, para realizar trasplantes.


En este sentido, ha informado de que se desarrollarán habilidades quirúrgicas en un proyecto de trasplantes de intestino en ratas y en otro para que el órgano pueda permanecer más tiempo fuera del organismo.


Asimismo, Rosel ha destacado su pretensión de aumentar el nivel de investigación clínica en Aragón, con una nueva imagen y cambios en la normativa y una mayor incentivación a los científicos, además de reducir a las empresas farmacéuticas los trámites de los expedientes de sus ensayos.

También se ayudará a los investigadores en las tramitaciones administrativas.


La autofinanciación, con el cobro de los servicios que presta,, la centralización de compras de materiales y la agilización de la contratación de los profesionales son otros objetivos.


El aumento de la financiación externa se espera conseguir con más ensayos clínicos al año, que ahora ascienden a unos 2.000, sobre todo de pruebas de medicamentos, y en los que las tasas que se cobran se reparten entre el grupo investigador (60%), el hospital (25%) y el Instituto (15%).


Además de por los servicios de apoyo científico técnico que se prestan desde el I+CS, a los investigadores y a las empresas.


El presupuesto del Instituto para 2012 es de algo más de 13 millones de euros, lo que supone una "ligera disminución" respecto al ejercicio anterior, en el que las tasas que cobran por los servicios son el 15 al 20 por ciento.


El director gerente se ha referido, además, a dos proyectos "importantes" para el I+CS, entre ellos la creación de Biomed Aragón, que ya tiene estatutos y está a punto de ser registrada, y será una herramienta para poner en contacto a los investigadores y las empresas.


Y el "hospital innovador", una iniciativa que surgió hace un mes para crear una unidad de apoyo a la innovación en los centros hospitalarios.


Además, el Instituto va a formar parte de la Red de Agencias de Tecnología Sanitaria, en la que se aglutinan ocho, para homologar tecnologías y fármacos.