Oscar 2012

¡Autor, autor!

Durante mucho tiempo, Hollywood ha mantenido fuera de sus límites a todos los autores de cine que se pasaban de los límites establecidos. ¿Conseguirá seguir haciéndolo?

Estreno de la película El Topo en los cines de  Zaragoza
Estreno de la película El Topo en los cines de Zaragoza

Durante muchas décadas, Hollywood tuvo los límites bien marcados. Desde la industria se fijó la extensión de sus dominios de una forma férrea. Como si de un nuevo colonialismo se tratase, se trazaron fronteras invisibles, rectas e infranqueables. De un lado quedaron todos aquellos que se unieron al sistema, que se plegaron a los designios de los magnates de los grandes estudios o de los superpoderosos productores. Del otro, sin los papeles en regla, se quedaron aquellos que decidieron entender el cine en términos de responsabilidad personal y que con su tesón iluminaron aquello que se llamó cine independiente. Peter Biskind lo retrató con su incisivo sentido del humor en 'Sexo, mentiras y Hollywood', una obra esencial para entender este fenómeno al que podemos denominar migratorio, por seguir con la metáfora geográfica.


Como casi todas las utopías, este estado 'off Hollywood' se derrumbó, en parte por culpa de aquellos que habían contribuido a ponerlo en pie. Biskind apunta contra los hermanos Weinstein, por ejemplo, aunque en realidad parece todo provocado por una concatenación de intereses creados. Y como consecuencia de este nuevo cambio en Hollywood a los directores 'indies' no les quedó otra que adaptarse a las normas de la industria o bien pasar a formar parte de un underground que sólo consigue cierta visibilidad a través de los festivales (que le pregunten a Abel Ferrara o a Todd Solodnz, por ejemplo).


El caso es que la industria ha adoptado a directores que antes vivían al otro lado de la frontera y la prueba más evidente es la presencia este año -con varias nominaciones- de los trabajos de Alexander Payne ('Los descendientes'), J.C. Chandor ('Margin Call'), Thomas Alfredson ('El topo'), Terrence Malick ('El árbol de la vida'), Bennett Miller ('Moneyball') o Woody Allen ('Midnight in Paris').


Los casos de Terrence Malick y Woody Allen resultan los más representativos. Aunque por espíritu -e incluso físicamente- están fuera de Hollywood, sí 'utilizan' a estrellas como vehículo para confeccionar sus personales propuestas. Aunque a la hora de hacer promoción, acudir a las entregas de premios y formar parte del 'star system' se muestren esquivos y su figura se vuelva invisible. Detrás de la monumental 'El árbol de la vida' está la producción de Brad Pitt, mientras que Allen ha encontrado refugio en Europa para recuperar la forma con 'Midnight in Paris'. Sin embargo, los Oscar les han abierto sus puertas, considerándolos como 'uno de los suyos'.


Alexander Payne, ‘indie’ adoptado por la industria desde hace años, parece destinado a triunfar en la ceremonia. Y, curiosamente, lo puede hacer con su película menos condescendiente y más personal (dejando a parte 'Election') y con marchamo de autor. Un concepto que parece haber dejado de estar 'demodé' en la meca del cine. ¿Y qué pasaría si Asghar Farhadi ('Nader y Simin, una separación') o Trueba ('Chico y Rita') vuelven a sus respectivos países con su estatuilla? Pues que las fronteras del 'off Hollywood' se habrán ampliado. Pero que nadie se asuste, volverán a su sitio cuando uno menos se lo espere.