La originalidad de las carrozas abre las fiestas de la patrona

Diez carrozas, grupos de animación, mucho confeti y cintas, caramelos, pompas de jabón, y ritmos musicales de lo más variado, llenaron ayer tarde el recorrido de la cabalgata, el primer gran acto de las fiestas de la patrona de Calatayud.

Originales vestidos, trajes regionales, indios, cabezudos y gigantes pusieron la tradición, el color, y la imaginación a este desfile que recorrió el centro de la ciudad. Un saltamontes y una rana descomunal, el Mouline Rouge, réplicas del antiguo ayuntamiento y del acuartelamiento Barón de Warsage, una representación del barrio de Huérmeda, de Interpeñas, diablillos, guiños a Bílbilis, un brillante pavo real, Bob Esponja, Patricio y Calamardo, el coso de Margarita y varias carrozas más, atravesaron el Paseo Cortes de Aragón hasta llegar a la plaza de España.

Allí, desde la balconada, el pregonero pronunció las palabras con las que puso voz a la Academia de Logística del Ejército. Gonzalo Sánchez Urbón, general de Brigada y director de este centro de formación castrense, recordó la historia de la Academia, que en dos meses compartirá con la ciudad en la que está, el décimo aniversario de su creación, aunque el origen de este cuartel se sitúa en 1923.

Hubo música en la plaza, antes y después del pregón, y saltaron chispas a medianoche, porque se quemó un toro de fuego. Se recuperaba así un acto pirotécnico que no faltaba en la década de los 80, y que ha sido de gran tradición en Aragón. "Ya en las fiestas de San Íñigo -hace siglos- por la noche salía la mojiganga, unos personajes que iban a caballo con antorchas y tiraban bengalas e iban con antorchas", explica Braulio Gracia, concejal de Festejos.

La prolongación del Paseo Barón de Warsage es el tramo por el que corrió el primer toro de cartón piedra. Habrá dos más que se podrán capear, el jueves, y el viernes a las 24.00. Las fiestas de la Virgen de la Peña, organizadas por el ayuntamiento de Calatayud, cuentan con casi un centenar de actos en su programa, que tiene en cuenta al público de todas las edades, todos los actos son gratuitos y hay escenarios fijos todas las noches: el recinto de Claretianos para los conciertos; en la carpa de la calle Coral Bilbilitana hay orquestas, y las jotas son en la plaza de España.