SE ACABÓ LA FIESTA

Las peñas ponen el tono en Botorrita

Los vecinos despidieron ayer los días festivos compartiendo una comida de hermandad.

Mientras tanto, los más jóvenes disfrutaron en las piscinas.
Las peñas ponen el tono en Botorrita
A. ALCORTA

En tiempos de recortes, las peñas ha vuelto al primer plano en la organización de las fiestas y en Botorrita no han sido una excepción. Son trece agrupaciones, algunas con mucha solera y otras de reciente creación -El Desmadre, compuesta por niños, es nueva y todavía no participa en la organización- y gracias a ellas las fiestas, que terminaron ayer, han estado de lo más animado.


«Hemos tenido recortes del 50% pero lo hemos hecho todo con la colaboración ciudadana, y la verdad es que ha habido una respuesta muy buena», explicaba la concejal de festejos, Raquel Ibáñez, mientras supervisaba la preparación de la última comida popular del programa. Cansada pero muy contenta, esperaba la revista -con Luis Pardos y la actuación estelar de Karina- y la traca de fiestas que pondría punto y final a unas completísimas fiestas.


Porque no ha faltado detalle: disfraces, chocolatadas, juegos populares... muchas de esas actividades organizadas por las trece peñas de la localidad. Ayer, último día, los mayores acusaban el cansancio, aunque a los pequeños aún les quedara energía para participar en la kermés acuática preparada por Aruma, la empresa de animación deportiva de Mario Iriarte, vecino del pueblo. A pie de piscina, los niños recordaban lo que ha sido sus momentos favoritos de las fiestas: Inma Ortillés, Paula Rivas, Alba Aliaga... todos los niños, fueran de la edad que fuera se decantaban por las vacas, menos Borja Voldoba, que se quedaba con «los petardos».


Los mayores también han tenido sus buenos ratos de diversión, especialmente en las peñas. Los de La Caporal montaban poco después del mediodía las mesas en la calle, en las que después darían cuenta del estofado de vaca en familia, como hacen todo en estas las fiestas. «Aquí estamos casados, solteros, viudos, arrejuntados...», reían María Jesús Cebollada, Pilar Gimeno y Maribel Moreno, de la peña, acudiendo al olor del estofado que estaba preparando Fernando Gómez, cocinero de Alcañiz especializado en comidas multitudinarias.


La caldereta sería para muchos uno de los últimos momentos de reunión con sus paisanos, pues con el fin de las fiestas llega, para los visitantes, el momento de hacer la maleta y regresar a la ciudad. Otros todavía tendrán la oportunidad de tomar el último vaso de vino en buena compañía en la cena de migas que se celebrará hoy.