PASEOS EN FAMILIA

Vida entre acantilados

La fuente de los Clérigos, que espera al paseante bajo la alargada sombra de los mallos de Riglos, conjuga la belleza de la naturaleza con la magia del nombre.

Los mallos de Riglos.
Vida entre acantilados
PRAMES

De la calle Carretera, que es la primera que nos encontramos al acceder a Riglos (650 m), iniciamos este recorrido. Avanzamos hacia el núcleo de esta población para tomar la calle de la Virgen del Mallo, que asciende de una manera significativa. Pasamos junto a una fuente y una placa de la Federación Española de Montañismo. Seguimos ganando altura hasta llegar a las cercanías de la Virgen del Mallo (690 m), edificación del siglo XVII cuyo interior guarda dos tallas románicas. La construcción se encuentra escoltada a escasos metros por riscos tan emblemáticos como la Visera, el Pisón y el Puro. Rodeamos el templo por la parte de atrás para proseguir paralelos a la base de los mallos, dirección oeste. Ello nos permite ver las cordadas de los escaladores. Finalmente desembocamos en un ensanche que sirve de aparcamiento. Un panel informativo nos explica la formación geológica de estas gigantescas paredes. Merece la pena caminar unos metros más al oeste y contemplar el mallo Fire y el grandioso anfiteatro (680 m).

Regresamos al aparcamiento para volver a Riglos. Entramos por una calle con una barandilla que sirve de mirador sobre la cuenca del Gállego. La vía finaliza frente a la fuente por la que antes hemos pasado. Volvemos a ascender por el mismo tramo hasta dar con la Plaza Mayor. Dejamos a la izquierda la casa Pardo y continuamos por un camino con cemento. Pronto nos encontramos con una semioculta placa del antiguo régimen. Llegamos a una bifurcación, siguiendo por la derecha. Una cruz de piedra nos recuerda que caminamos junto a un itinerario de vía crucis. Árboles frutales y cuidados huertos reverdecen este camino. Frente a nosotros el futuro centro de interpretación y observación de rapaces.

El camino desemboca en una pista cercana a este llamativo edificio. En este punto giramos a la izquierda. Tras una subida alcanza un enorme depósito de agua (720 m), el cual rodeamos por la izquierda. Hemos entrado en una pista de acceso restringido. Dejamos a la izquierda unos mallos de menores proporciones. En un recodo parte la senda que se dirige al mirador de Cubilillo y las formaciones geológicas de los Arcos y el Tornillo. Nosotros continuamos por la pista que llanea hacia el fondo del valle. Cuando las paredes se van acercando, la pista se transforma en una marcada senda.

En un principio salva un arroyo para posteriormente ascender de manera evidente. En la primera revuelta desechamos una senda que arranca a la derecha. Después de la segunda revuelta, y a 7 minutos de la pista, nace un segundo sendero que en suave descenso nos deja en la orilla del barranco. Al fondo y tras cruzar el cauce, llegamos a una pequeña oquedad bajo unos acantilados donde pervive la fuente de los Clérigos (815 m), cuya principal veta de suministro es aprovechada. El sombrío lugar ayuda a refrescarnos de la solariega vertiente por la que discurre este paseo, y poder así reemprender el regreso en perfectas condiciones. Este retorno lo realizamos por el mismo recorrido hasta llegar a las proximidades del centro de interpretación (720 m) para descender por la pista principal y llegar así de una manera directa a la entrada de Riglos.

En un principio salva un arroyo para posteriormente ascender de manera evidente. En la primera revuelta desechamos una senda que arranca a la derecha. Después de la segunda revuelta, y a 7 minutos de la pista, nace un segundo sendero que en suave descenso nos deja en la orilla del barranco. Al fondo y tras cruzar el cauce, llegamos a una pequeña oquedad bajo unos acantilados donde pervive la fuente de los Clérigos (815 m), cuya principal veta de suministro es aprovechada. El sombrío lugar ayuda a refrescarnos de la solariega vertiente por la que discurre este paseo, y poder así reemprender el regreso en perfectas condiciones. Este retorno lo realizamos por el mismo recorrido hasta llegar a las proximidades del centro de interpretación (720 m) para descender por la pista principal y llegar así de una manera directa a la entrada de Riglos.