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Madrugones en María de Huerva para coger sitio

Los jóvenes de la localidad son los protagonistas de los cabezudos.

Los chicos de El Descontrol y El Escalofrío.
Madrugones en María de Huerva para coger sitio
A. ALCORTA

«Llevamos aquí desde las diez porque hay mucha gente, y queremos ser los que cojamos los cabezudos». Con sus camisetas de la peña El Escalofrío y El Descontrol, Mikel Gonzalvo, Luis Miguel Martins, Javier Pla, Diego Puértolas y Aitor Antón, de entre 11 y 14 años, esperaban en la puerta del ayuntamiento de María de Huerva el inicio del pregón.

En general, ayer fue un día de madrugones: aunque a alguno se le pegaran más las sábanas que a otros, en este día festivo todos, desde la panadería hasta los bares cercanos a la plaza de España, trabajaban para lo que se esperaba una animada mañana. Los miembros de la comisión también se afanaban en dejar listos regalos, materiales para el bingo y otros detalles para que todo fuera sobre ruedas. A cambio del trabajo, señalaban Alicia Carmona, de 28 años, y Ángel Miguel Expósito, de 43, los cinco miembros de la comisión y los voluntarios se llevarán «la satisfacción de que todo salga bien y los vecinos disfruten».

Hasta la alcaldesa, María del Mar Vaquero, llegaba con bastante antelación a la casa consistorial, desde donde leería minutos más tarde su discurso con el que se abren las fiestas de San Roque y Santa Bárbara y la Asunción. «Preparamos las fiestas con ilusión para que los vecinos y los visitantes se diviertan», explicaba la primera edil, que confesaba su deseo de que «las peñas de la localidad, unas 15 o 16 y algunas con mucha solera, lleguen a constituir una asociación de Interpeñas para que puedan implicarse más en las fiestas, con autonomía, y hacer un programa adecuado a sus deseos».

En realidad, las peñas parecían estar en su salsa. Los jóvenes de la peña La Guaza se divertían bebiendo y bailando con la charanga y los de la peña Wowie's -no pregunten el porqué del nombre, pues este se perdió en la noche de los tiempos, allá por el año 88- se preparaban en familia para el «día duro» por delante. Su peña, una de las veteranas, ha crecido en edad y en número. «Antes éramos 14 y ahora somos 43», decían Sergio Latasa, Fernando Cadena y Elena Gimeno. «Ahora, preferimos los parques infantiles», reían abrazando a sus pequeñas, pero aclaraban que también habrá tiempo para escaparse al baile.

Porque de las fiestas de María de Huerva disfrutaban 'chicos y chacos'. Las abuelitas de la residencia de la tercera edad se asomaban al banco de la puerta de la iglesia a ver pasar a la juventud -«ya estamos mayores para caminar», decían- y los más pequeños, como Mario Martínez, ponían caritas delante de los cabezudos desde su carrito (este, llevado por su madre Cristina Caraballo). Debajo de las cabezas de cartón, los chavales sudaban la gota gorda, pero con gusto, y los demás participantes en el desfile -incluidos los miembros de la charanga Interpeñas, que cumplen 15 años al pie del cañon- degustaban lo que las diferentes peñas tenían a bien ofrecer en la 'ruta de la amistad'.

La jornada de ayer fue el comienzo oficial de cinco intensos días de fiestas, hasta el próximo miércoles 17 de agosto.