LÉCERA

Una despedida con buen sabor de boca

La peña El Akelarre preparaba ayer sus tortillas para el concurso.
Una despedida con buen sabor de boca
GUILLERMO MESTRE

Huevo, patata, con o sin cebolla. Estos son los ingredientes que tradicionalmente se utilizan para elaborar una tortilla, pero en Lécera ayer quisieron ser diferentes y prefirieron innovar a la hora de voltear la sartén. En el último día de las fiestas en honor de Santo Domingo de Guzmán, los vecinos de la localidad zaragozana degustaron diferentes recetas de tortillas, a cual más original, para terminar con un buen sabor de boca.


Las había de queso de cabra con nueces, de manzana con pasa y coñac flameado e incluso de macarrones. Y otras habían sido bautizadas con nombres de la tierra. «Hemos cocinado la tortilla del día de la Rebollosa porque está hecha de judías con chorizo, que es la comida típica que comemos en estas fiestas de mayo en honor de la Virgen del Olivar», explicaban Pilar Martínez y Esther Cubel, de la peña El Akelarre.


En esta peña, las mujeres se habían levantado muy temprano para que sus platos quedasen a punto. «Es la primera vez que participamos y la verdad es que nos hace mucha ilusión», comentaba Cesleste Yago, también de El Akelarre.


La noche había sido larga y a más de uno le sentó de maravilla el pincho de tortilla. Tampoco faltó la parte dulce. Algunas vecinas del municipio, como Visitación Montañés, de 61 años, pusieron su granito de arena elaborando un postre. «Me gusta mucho cocinar y he querido traer el roscón de la abuela, como yo lo llamo. Está recién hecho», decía Visitación.


 

Futuros artistas

Los más pequeños también tuvieron su momento. En la plaza de la Iglesia se organizó un taller de manualidades que resultó de los más divertido y que sirvió para dar rienda suelta a la creatividad y descubrir a varios futuros artistas. «Estamos pintando un cielo con nubes y un sol de colores», decían los mellizos Ángel y Daniel Gascón, de 3 años. Con las manos en la masa, o mejor dicho, en la pintura, a su lado se encontraba David Fano, de 5 años. «Con el color naranja estoy pintando un tobogán para mi casa», les señalaba. El taller de peluquería fue la otra gran atracción de la mañana. Los chavales hacían cola para peinarse a lo 'punky' con crestas de colores. «Me parece muy divertido llevar el pelo verde», reía David Aznar, de 10 años, tras conseguir un nuevo 'look'.


Los leceranos se despidieron hasta el año que viene de sus fiestas tras cinco intensos días. La tarde quedó para los juegos tradicionales aragoneses y la traca final llegó con un espectáculo pirotécnico y un toro de fuego infantil.