UNA INICIATIVA MUY ANIMADA

Las varitas vuelven a girar

La Almunia de Doña Godina ha recuperado una tradición hasta ahora olvidada como es la banda de majorettes la cual está teniendo una gran acogida por los jóvenes de la zona según los vecinos de la zona.

Una representación de las cornetas, tambores y majorettes, reunidos frente al ayuntamiento de La Almunia.
Las varitas vuelven a girar
ARáNZAZU NAVARRO

Siempre tuvimos ganas de recuperar la banda de majorettes porque muchos padres fuimos parte de la antigua y la verdad es que animan la fiesta», dice Sergio Ortiz Borniquel. A sus 43 años, este vecino de La Almunia de Doña Godina ha recuperado para la localidad una actividad que tuvo gran arraigo hace años, hasta que los tambores y las cornetas enmudecieron durante dos décadas. «Con mi mujer, Pepa Díez, que es la presidenta, pusimos en 2008 en marcha el grupo, y no sé si por la novedad o por qué, pero tuvo gran acogida y se apuntaron casi 200 críos».


Después, el número de participantes en la Banda de cornetas, tambores, majorettes y minorettes Doña Godina ha ido disminuyendo, pero no lo ha hecho su implicación. Se han convertido en una asociación cultural y Dolores Rey, Silvia Torrecilla o Lidia Borniquel trabajan para que los chicos aprendan los toques. «Yo tocaba el tambor y con lo poco que sé, les voy enseñando e inventando nuevos toques», explica Ortiz.


Los trajes también corrieron por cuenta de los padres, aunque la asociación poco a poco va asumiendo ciertos gastos. Y el saber hacer con la varita lo ponen las más mayores, las jefas de las majorettes, que guían a las pequeñas y «sobre todo, les metemos el gusanillo a las que empiezan para que se enganchen a esto de las majorettes», señala Isabel Mainar, que lleva al grupo de las más pequeñas. «Lo más difícil es enseñarles a andar, a coordinar los pasos y las varitas con la música...» explica esta joven. Sus compañeras, Irene Manero y Pilar Embid se ocupan, respectivamente, de los grupos de chicas de entre 7 o 10 años y del de a partir de 10 años.


Pero no solo las chicas son protagonistas en este grupo. «Los chicos siempre están en un segundo plano, porque en los desfiles van detrás del grupo de las chicas. Pero son indispensables, porque sin ellos no tendríamos música en directo», dice el director, Sergio Ortiz, y las madres orgullosas de los cornetas y los tambores lo corroboran. Porque aunque en las fotos se les vea muy quietos, en cuanto empiezan a sonar los tambores, el ritmo se apodera de las chicas y hasta las más pequeñas siguen el paso con sus botitas blancas.


Son ellas las más graciosas y las que más llaman la atención en los desfiles. Por eso acompañan a las jefas como mascotas y aunque apenas sepan hacer girar la varita, lo intentan. «Fue idea de la niña apuntarse porque veía a todas las amigas de su calle mientras ensayaban. Hasta le hicieron una varita para que practicara con ellas», explica la madre de Natalia Orna, de 4 años. Este año ha sido el primero que ha podido apuntarse y de esta manera, sigue los pasos de su padre Víctor.


No es la única que 'hereda' la afición. «El 70% de la gente de La Almunia que ahora tenemos entre 30 y 50 años fuimos, cuando éramos jóvenes, de la banda de las majorettes», cuenta Ortiz. Por eso han tomado con tanta ilusión el renacimiento de esta banda que, antiguamente se llamaba Banda de Cornetas y Tambores Juventud Don Bosco. Fundada en 1972, «la idea surgió en el Centro Salesiano de La Almunia gracias al profesor Valentín Martínez», recuerda en un artículo la profesora Lidia Borniquel. Y todavía hoy el centro está muy vinculado al grupo, ya que allí guardan los instrumentos y ensayan en ocasiones.


Ahora la banda de las majorettes ha vuelto a recuperar el protagonismo en las fiestas de La Almunia, que se celebrarán en septiembre. Por eso en verano, y aunque muchos se vayan durante algunas semanas del pueblo, no dejan de ensayar. Su segundo momento importante es la cabalgata de Reyes, pero este año también participaron en las pasadas fiestas de Ricla, de donde son algunas de las chicas. Precisamente, Pepa Díez aprovecha para recordar que «el grupo está abierto a todos los chicos de la comarca». Por su parte, Ortiz recomienda esta actividad: «Anima mucho las fiestas, llama la atención, es divertido y así, los chicos del pueblo tienen un lugar en el que juntarse con gente de todas las edades y hacer algo todos juntos».