FIN DE FIESTAS

Las peñas de Sabiñánigo escenifican su unión en el brindis de fin de fiesta

Las fiestas patronales de Sabiñánigo en honor del apóstol Santiago llegaron ayer a su fin, después de seis días de intensa actividad festiva y mucha animación por las calles de la capital serrablesa. Aunque ha habido jornadas en las que la climatología no ha acompañado y las temperaturas han sido más bajas de lo esperado, al menos no ha llovido, por lo que no ha sido necesario suspender ninguna actividad, según la concejal de festejos Reyes Martín.


La tónica de todos los festejos ha sido «la gran participación del público en todos los actos programados, ya que han estado a tope», señaló la edil. Cabe destacar el concierto de La Unión, para el que se vendieron 1.000 entradas; el espectáculo ecuestre, que completó el aforo el plaza de toros con 1.400 personas o la fiesta alemana, donde se vendieron más de 1.500 salchichas. «El año pasado y este han sido los que más gente ha habido», reconoció Martín. También destacó los espectáculos celebrados en la plaza del Molino, «que se ha llenado todos los días».


La última jornada festiva comenzó temprano, con la última suelta de vaquillas en la plaza de toros, situada en el paseo de la Corona. Durante casi todo el día, los más pequeños fueron los protagonistas con un parque infantil con hinchables, la salida de la comparsa de cabezudos por la mañana y por la tarde y con un espectáculo de animación en forma de pasacalles, que comenzó en la plaza de España y recorrió la calle de Serrablo.


También tuvo lugar el 'Gol y Gol' y, ya por la noche, la revista cómico-teatral de la compañía de Luis Pardos. A las 23.00 tuvo lugar el brindis fin de fiestas, una hora más tarde la quema de una colección de fuegos de artificio y la traca. El broche final lo puso el descuelgue de la pañoleta de Sabiñánigo.


Esta ha sido la principal novedad de las fiestas de Santiago de este año, ya que Sabiñánigo ha estrenado una pañoleta, de color azul y en la que están representada la localidad como puerta del Pirineo y las tres peñas de las que partió la iniciativa -La Murga, La Sala y Edelweiss-, junto al consistorio serrablés y las asociación de empresarios Aepag.


Este pañuelo ha simbolizado la unión de las peñas, y las fiestas que ayer finalizaron se han caracterizado por esa unión, que ha quedado reflejada en las pancartas y en los actos organizados por las mismas, como la comida del primer día. Tanto los peñistas como los vecinos de Sabiñánigo han llevado colgada en sus cuellos esta nueva pañoleta, que ha dado color a las calles serrablesas durante estos seis días de celebración.