QUINTO

El cohete más esperado del año

Siete días de festejos, con música, peñas, cabezudos y actividades de todo tipo inundan las calles de la localidad zaragozana.

Gracia Garín lo pasó en grande con los cabezudos.
El cohete más esperado del año
M.S.

La música de la charanga sonaba para que los minutos de espera pasarán más rápidos. Las peñas, inquietas, miraban el cielo en busca de la señal que les diera el permiso de comenzar la marcha. Ayer la plaza de la localidad de Quinto era la misma imagen de la alegría.


Entonces, el reloj del ayuntamiento marcó las 12.00 en punto. Por fin, la alcaldesa, Digna Bes Laga, prendió con un cigarrillo la mecha del cohete y el ambiente estalló dando la bienvenida a las fiestas en honor de Santa Ana.


Después de liberar esa emoción, los vecinos comenzaron un pasacalles acompañados por las canciones de la charanga. La peña El Gato Volador -nombre elegido por la canción- deseaban felices fiestas. «Van a ser unas fiestas muy divertidas para todos, las pasaremos en familia y con los amigos», comentaban José Ángel Budría, conocido como El Mojo, y Ana Carmen Casanova.


Los más pequeños fueron los principales protagonistas de la mañana. Emocionados por la llegada de los cabezudos gritaban, corrían e incluso alguno, como Gracia Garín, de tan solo 4 años, se animó a darle un beso a su preferido: el Payaso.


Otros un pelín más guerreros defendían a los suyos, aunque sin olvidar que todo era un juego: «La Forana ha pegado en el culete a mi tato Alejandro, pero me gusta mucho porque hace gracias", se reía Gimena Abenia, de 3 años. Gimena estaba acompañada por su amiga Berta Martínez y juntas se marcharon en busca de más cabezudos, siempre con la atenta mirada de sus padres.


Más tranquila estaba Isabel Cuevas, acompañada por su pequeño de dos años, Alejandro. Esta quintana de nacimiento, pero fuentana de adopción se alegraba de poder pasar la mañana de domingo en su localidad natal. «Siempre que puedo me acerco a disfrutar de las actividades de las fiestas. Ya que hasta septiembre no tenemos las de Fuentes de Ebro», explicaba Isabel.


La peña Los P-2 también se lo estaban pasando en grande. No tenían tiempo para el aburrimiento porque de ellos dependían una tropa formada por 19 niños, de edades comprendidas entre uno y catorce años. Eso sí, todos uniformados con las camisetas y los petos representativos de la peña. «Les hacía mucha ilusión vestir como nosotros y así los tenemos más controlados», señalaba Jesús Pérez, conocido como Tutín.


Tras casi media hora de carreras detrás de los cabezudos y de bailes junto a la charanga, llegó el momento de coger aire. La tropa se paró a tomar algo en la calle Ramón y Cajal que para la ocasión estaba adornada con guirnaldas y cuadros sobre Quinto.


La jornada no terminó aquí, todavía faltaba el plato fuerte porque hasta la medianoche no se leyó el pregón y se coronó a las nuevas majas. «Ha sido un año muy bonito y me da pena que termine», señalaba Jana Fano, de 17 años, horas antes de terminar su reinado. A continuación, las cinco majas de 2011 salieron la calle en una carroza decorada con motivos egipcios.


Las fiestas continúan hoy con numerosas actividades para todas las edades.