Encadenados al árbol del amor

La moda de sellar el amor de una pareja cerrando un candado con los nombres de ambos surgió de la novela 'Tengo ganas de ti', del italiano Federico Moccia. Del puente Milvio de Roma se extendió a numerosas ciudades europeas y, luego, las barandillas de unos puentes derivaron en bosques de candados sobre árboles de metal en una plaza de Moscú.

Moscovitas y turistas tienen un nuevo lugar de peregrinación en el que encadenar su amor y que ahora también ha llegado a la provincia. Y, como no podía ser de otra forma, en un paraje natural romántico del siglo XIX como el del Monasterio de Piedra, de los candados del amor ha nacido el árbol homónimo.

«Como parque romántico visitado por miles de parejas, no podíamos obviar la posibilidad de que sellaran su amor de forma tangible. Para ello hemos diseñado un árbol con cadenas donde miles de viajeros se sumaran a un pacto de amor cerrando uno o dos candados con las iniciales de ambos», explica Ángela Herreruela, subdirectora de márquetin del Monasterio de Piedra. «Hay que crear emociones para llamar la atención del cliente», añade Herreruela.

Los candados (los hay de muchos modelos) pueden adquirirse en la tienda de 'souvenirs' del parque y, desde hace un par de semanas, las parejas han empezado a colgar sus mensajes de amor.

Con esta original iniciativa, desde el Monasterio de Piedra esperan que la puesta del candado pueda convertirse en un rito y atraer a nuevos turistas hasta la comarca Comunidad de Calatayud que visiten este parque y quieran sellar su amor en él.

Seguro que también la mayoría de las parejas que celebran su boda en este antiguo monasterio, parque natural y hotel ubicado en Nuévalos acaban pasándose por este árbol para dejar que florezca su amor.