ABRAZO AL RÍO

Villahermosa del Campo y Badules quieren un sendero verde en el Huerva

Los participantes realizaron labores de limpieza en las orillas.
Los participantes realizaron labores de limpieza en las orillas.
OLGA SÁNCHEZ

A su por Villahermosa del Campo, el Huerva es todavía un río de aguas cristalinas. Lleva recorridos unos 40 kilómetros desde su nacimiento en la sierra de Cucalón y apenas tres kilómetros después llega a la vecina localidad de Badules. Ambas poblaciones andan empeñadas en recuperar las orillas de este cauce fluvial y crear un sendero verde que se pueda recorrer con facilidad y que sirva para el ocio y el disfrute de los vecinos de ambos pueblos.


Este afán se simbolizó en un ‘Abrazo al río Huerva’ que se celebró el pasado 7 de noviembre. El acto estuvo organizado por la Asociación de Amigos de Badules, -en cuyo término municipal tuvo lugar la celebración-, y la Asociación Cultural La Dehesilla, de Villahermosa de Campo, en colaboración con el proyecto Voluntarríos. Se trataba de la reedición del abrazo que ya se diera al río en mayo, en este caso a la altura del Villahermosa del Campo, de cuya asociación La Dehesilla surgió la idea.


Durante la jornada, los asistentes conocieron más sobre el río y el ecosistema que lo rodea, gracias a las explicaciones de los expertos de Voluntarríos. “Pudimos observar los microorganismos que habitan en el río, la calidad de sus aguas y su salubridad, realizando los estudios oportunos con medios de medición y personal de Voluntarríos. En este tramo del Huerva, sus aguas tienen un Ph muy ajustado y la cantidad justa de minerales, por lo que hacen que sea un agua con muy poca dureza, muy apta para el consumo humano”, explica Olga Sánchez, de la asociación La Dehesilla.


“También nos enteramos de que los romanos ya trasladaban el agua del Huerva a su paso por Muel hasta Zaragoza, porque era de mejor calidad que la del Ebro”, añade. “El Huerva tiene un agua bastante buena, aunque lleva poca, los pantanos no le permiten tener caudal”, señala Ismael Sanz, monitor de Voluntarríos que atendió a todos los participantes durante al jornada.

Estas mediciones del estado de agua también se llevaron a cabo en el primer ‘abrazo’, realizado en Villahermosa de Campo. En ambas ocasiones, el agua resultó de mejor calidad incluso que algunas aguas embotelladas.


UNIDAS POR EL RÍO

Aunque Villahermosa pertenece a la provincia de Teruel y la comarca del Jiloca, y Badules es de la provincia de Zaragoza y de la comarca de Campo de Daroca, las dos localidades comparten muchas características similares y les gustaría estar más unidas por ese sendero verde a lo largo del río, que ambas reivindican. “Algo que daría mucha a los dos pueblos, que dejarían de dar la espalda al río”, afirma Sánchez.


Antes, los vecinos iban al río a bañarse, a pasear, a comer en los días de fiesta... Estas actividades que eran tradicionales se han perdido porque “no hay accesos a las orillas”, explica Sánchez. “Solo existe una zona, en el azud de Badules, donde es posible asomarse al río. Por eso, para el año que viene queremos realizar alguna intervención ‘blanda’ de acondicionamiento en las riberas con los voluntarios”, señaló Ismael Sanz.


Se podría así disfrutar de los valores naturales más destacados de la zona. La orla vegetal del río es el único elemento destacado entre el monocorde paisaje de secano agrícola. Entre la vegetación de ribera destaca la singular presencia del chopo cabecero, un árbol que es un hervidero de vida para los pájaros, líquenes, musgos, insectos...


“Es en esta zona donde se encuentra la mayor parte de la biodiversidad del entorno”, explica Ismael Sanz. Aves acuáticas como la garza real, y rapaces como el milano negro, que utiliza los chopos para instalar sus nidos, o su pariente el milano real que lleva de invernada desde sus colonias noreuropeas componen la avifauna más destacada. Sanz resalta también que “este tramo del río se conserva libre de especies invasoras:_no hay mejillón cebra, ni almeja asiática, ni otros alóctonos que son una plaga en el Ebro. Incluso se mantienen algunas poblaciones de cangrejo autóctono”.


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