La sanidad guatemalteca, a pesar de los intentos por levantarla está peor que sus propios pacientes. Las emergencias ya no dan abasto por la delincuencia de los últimos meses. ¡Se me olvidaba decir que estamos en año preelectoral y por lo general se da un rebrote de violencia para preparar la campaña del próximo ‘salvador’ del país! Los dos hospitales públicos de la capital, San Juan de Dios Roosevelt, son insuficientes para tanta población desatendida y necesitada. Por eso cuando por Guatemala se oye hablar de nuevas remesas de médicos, son todos bienvenidos. Y estoy hablando de la capital que es donde más atención se pone en materia de salud.

Si nos adentramos en los departamentos del interior la cosa se pone peor. Ayer escuché en una emisora de radio que se habían terminado todas las reservas para el año 2010. Consecuencias: los médicos hacen sus protestas, los pacientes no son asistidos y la desidia política continúa. Los medicamentos genéricos se encuentran a precios asequibles para la mayoría de la población, algo que no sucede cuando un entra en una farmacia a comprar productos ‘de marca’