Australia, 'a wine country'

La cultura del vino está muy latente en Australia y no es de extrañar, ya que es el cuarto mayor exportador de vino del mundo.

Los habitantes australianos no sólo se conforman con consumir el producto nacional y se importa bastante vino del exterior, siendo Nueva Zelanda el origen más habitual, seguido por Italia y Francia. España se sitúa en un sexto puesto exportando a Australia más de 1 millón de litros de vino al año.

Es fácil encontrar en las tiendas una sección de vinos españoles, aunque el vino aragonés no acostumbra a estar entre ellos y solo en una ocasión pude encontrar una botella de vino de Cariñena.

El vino es también uno de los atractivos turísticos de Australia y la mayoría de los visitantes suelen dedicar unos días para viajar por alguna de las regiones vitivinícolas del país admirando su paisaje, visitando sus bodegas y degustando sus vinos. Aunque mucha gente viaja por su cuenta, es bastante recomendable contratar 'tours' organizados que te llevan por las diferentes bodegas sin tener que preocuparte de que el chofer se encuentre sobrio.

Además, las diferentes regiones vinícolas suelen organizar festivales en el que el vino y la música son los protagonistas. Este es el caso de la zona del Valle del Yarra (cerca de Melbourne) donde por un módico precio te llevan por varias bodegas donde puedes probar todos sus vinos a la vez que disfrutas de música en directo (se empieza escuchando la música tranquilamente y se acaba bailándola alocadamente por el efecto embriagador de los caldos de la zona).

En otras ocasiones, no se necesita viajar y son las propias bodegas las que se trasladan con sus vinos a las ciudades para participar en eventos de degustación que tienen lugar en espacio públicos.

Desde luego, el vino parece estar de moda y su consumo ha crecido en los últimos años. Y aunque el vino Australiano no está mal, no hay nada como el vino de la tierra. ¡No me importaría echar el guante a una de esas botellas Gran Reserva homenaje a Labordeta!