AVIFAUNA EN PELIGRO

Avetoro, un pájaro que muge

El avetoro espera todavía un plan de recuperación para la especie en Aragón. Mientras, la mayor población de estas garzas en la España interior se encuentra en la laguna de Sariñena, aunque la contaminación de las aguas amenaza a su hábitat: las masas de carrizo

Un macho de avetoro en el momento de emitir su característico sonido
Un macho de avetoro en el momento de emitir su característico sonido
EDUARDO AYALA

El avetoro debe su nombre popular a la voz del macho, semejante a un potente mugido, un sonido sorprendente en un pájaro. Su escenario preferido son las masas de vegetación palustre, por lo que en España se les encuentra con más frecuencia en las zonas costeras. Sin embargo, no es inusual verlos en los humedales del interior, sobre todo en el valle del Ebro, donde se detectan habitualmente, como este ejemplar fotografíado en Navarra. La mayor concentración de avetoros de toda la cuenca se halla, sin duda, en la laguna de Sariñena, pero se encuentran colonias muy atomizadas por las Cinco Villas, Bardenas, o zonas de La Rioja de su misma latitud.


Se trata de una garza aunque su aspecto rechoncho difiera de la estilizada figura de otras aves de la familia, que tanto el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón como el Nacional declaran como ‘en peligro de extinción’. Aunque no cuente con un plan conservación propio (desde el Departamento de Medio Ambiente se han iniciado los trabajos previos para la elaboración de un plan de recuperación de la especie), cuenta con la ventaja de que todos los humedales aragoneses han sido declarados ZEPAS. Por otra parte, la prohibición de la quema de carrizales facilitó una recuperación de la especie, cuyas poblaciones han crecido de forma notable, aunque sigue siendo un ave escasa.


Las amenazas para la especie vienen del estado de las aguas de las lagunas y humedales aragoneses, alimentados en su mayoría de los sobrantes del regadío cuyos pesticidas y herbicidas están contaminando estas masas de agua, más alla de lo que los carrizales pueden filtrar. También la erosión proveniente de las parcelas agrícolas colindantes está conduciendo a una colmatación de las lagunas, con la desaparición correspondiente de las masas de carrizo donde vive el avetoro.