VOCES A FAVOR

"O nos ponemos las pilas o se acaban las corridas"

División de opiniones en los círculos taurinos: mientras unos afirman que la afición perdurará en la Comunidad aragonesa, otros creen que los propios taurinos no saben defender la fiesta y perjudican su propio futuro.

"Del sector taurino vive mucha gente, la fiesta no puede desaparecer"
"Del sector taurino vive mucha gente, la fiesta no puede desaparecer"
EFE

Personalidades del mundo taurino acercan su visión sobre las corridas y explican por qué consideran que este espectáculo no puede desaparecer de los ruedos aragoneses. En algunos círculos, hay división de opiniones: unos afirman que la tradición taurina perdurará en la Comunidad aragonesa; otros creen que los propios taurinos no saben defender la fiesta y perjudican su propio futuro.


Para Jesús Pérez, delegado taurino de la DGA, la prohibición de las corridas de toros en Cataluña "es una cacicada, una simple jugada política que no cuajaría en Aragón, donde, por el contrario, sería muy difícil prohibir los festejos mayores", asegura.


También para los matadores de toros hay hule en el asunto. El diestro aragonés Luis Antonio Gaspar 'Paulita' afirma que "es una decepción grandísima para una plaza como la Monumental de Barcelona, de donde han salido grandes maestros, con una afición impresionante. Ojalá se dé marcha atrás". Paulita cree que, a partir de 2012, los aficionados catalanes que quieran ver corridas tendrán que irse a Zaragoza, Francia u otras ferias del norte de España para ver festejos mayores en una plaza de primera categoría.


El diestro de Alagón asegura que la afición aragonesa está muy asentada y no piensa que peligren las corridas de toros con un público que cada vez es más entendido.


Sin embargo, desde otro sector de la fiesta, como es el ganadero, existe la preocupación de que la decisión del Parlamento catalán sirva de precedente en otras comunidades. José Luis Marcuello, de la ganadería Los Maños, teme que se produzca un "contagio" prohibicionista y alerta sobre las consecuencias que ello tendría en el negocio de las reses bravas. "Esperemos que los políticos hagan fuerza porque de la cría del toro bravo dependen muchas familias", afirma Marcuello. Además, el ganadero acusa un descenso de novilladas en Aragón y resalta que "se está perdiendo afición en los pueblos". "Si no hay novilladas, no salen figuras locales ni se renueva la afición", concluye.


En el ámbito de la formación, la decisión del Parlamento catalán ha sentado "muy mal". Las escuelas taurinas que subsisten en Aragón se quejan de que no tienen ayudas públicas. Ramón Olid, al frente de la Escuela de Torrero, es muy crítico y cree que el mundo del toro está en peligro por la política, pero también por actuaciones que se dan en su propio entramado. "O nos ponemos las pilas o se acaban las corridas de toros en Aragón. Tenemos que ser capaces de defender nuestros propios intereses", asegura. Olid señala que es total el desinterés institucional y político a la hora de fomentar la formación taurina. "Los toros en Aragón son historia, no pueden desaparecer como si tal cosa", concluye.


El crítico taurino de HERALDO, Ángel Solís, remata explicando que "el toro de lidia no tendría su razón de ser sin corridas. Gracias a su cría, existe una fauna que perdura hasta nuestros". Asimismo, coincide con Paulita en que la prohibición en Cataluña podría ayudar a engrosar la asistencia de público a los festejos aragoneses. Solís confirma que en Aragón "es difícil que desaparezcan los toros, aquí tenemos un reglamento propio y, además, el Gobierno de Aragón está muy vinculado al sector". El crítico añade que "las corridas de toros son un acto social insustituible. Además, no se entenderían las fiestas de los pueblos sin las vaquillas ni otros festejos menores".


En la arena política tampoco hay consenso. "He sentido tristeza porque una región tan sensata tradicionalmente como es Cataluña, y tan ejemplar por muchas razones, desde hace tiempo está instalada en la extravagancia y en la estupidez". Con estas palabras Javier Lambán , presidente de la Diputación Provincial de Zaragoza (propietaria de la plaza de la Misericordia de la capital), criticó duramente la decisión del Parlamento de la comunidad vecina el mismo día de su aprobación.


Más comedido fue el portavoz del PSOE en las Cortes de Aragón, Jesús Miguel Franco, quien abogó por "respetar lo que hacen los compañeros de Cataluña" y aseguró que en Aragón "parece que a la gente le gustan los toros , las vaquillas y la fiesta". Su homólogo del PAR, Javier Allué, cree que ha existido un "planteamiento político al margen de la sociedad" y que la abolición "no va a suponer una rebelión antitaurina ni va a afectar a Aragón". Desde el PP. El portavoz , Eloy Suárez, habló de "un atentado, fundamentalmente, contra la libertad, marcado por el rechazo hacia todo lo que sea España".