DEBATE SOBRE EL FUTURO DE LA TAUROMAQUIA

Una fiesta herida

La prohibición de las corridas de toros en Cataluña sigue los pasos de Canarias y ha propiciado un tenso debate ante la posibilidad de un 'efecto rebote' en otras comunidades, que ponga en cuestión el futuro de la denominada fiesta nacional. En Andalucía, el grupo político Los Verdes ya se ha puesto manos a las obra. ¿Y en Aragón?

Toros en la plaza de la Misericordia, en Zaragoza
Toros en la plaza de la Misericordia, en Zaragoza
CARLOS MONCÍN

La prohibición de las corridas de toros aprobada por el Parlamento catalán entrará en vigor a partir del 1 de enero de 2012. El Parlamento respaldó así una iniciativa legislativa popular avalada por 180.000 firmas. Esta prohibición afectará a la Monumental, único ruedo en activo en Cataluña. Esta comunidad es la segunda en suprimir este tipo de festejos; Canarias fue la primera, en 1991.


La prohibición ha propiciado un tenso debate. Algunos temen, además, un 'efecto rebote' y el cuestionamiento de la llamada fiesta nacional en el resto de autonomías. En Sevilla, el grupo político Los Verdes ya ha iniciado acciones para seguir los pasos de Cataluña. En Francia, según una encuesta reciente, dos de cada tres franceses están a favor de prohíbir las corridas de toros en su país.


Y en Aragón, ¿qué suerte correrán estos festejos? Desde hace años, la afición disminuye en nuestra comunidad, el recambio generacional es pequeño, y las cuentas no salen. Si no se cubren los gastos de estos festejos, no puede haber corridas de toros de calidad; ni en toros ni en toreros.


Por otra parte, aumenta no solo el desinterés sino, también, una creciente oposición al sufrimiento de los toros de lidia en la plaza.