LA HISTORIA

Aragón, cuna del toreo a pie

Aragón puede ser considerado cuna del toreo a pie. En 1387, dos toreros aragoneses fueron contratados por Carlos II de Navarra para matar dos toros en la ciudad de Pamplona. Es uno de los hitos de la historia de la tauromaquia.

Grabado DE "LA TAUROMAQUIA" DE FRANCISCO DE GOYA
Aragón, cuna del toreo a pie

Los toros tienen un fuerte arraigo en Aragón. No solo en lo que se refiere a las corridas, sino en muy diversas manifestaciones artísticas, culturales, sociales y religiosas. Desde los relieves prehistóricos en los que ya aparecen reses bravas en las cuevas y abrigos aragoneses, que se remontan al Paleolítico, hasta representaciones contemporáneas en disciplinas como la pintura, la escultura o el cine, o el culto al toro en la mitología.


Una de los hechos que más une la historia taurina con Aragón es que puede ser considerado en cierto modo la cuna del toreo a pie, como relata uno de los primeros documentos sobre esta práctica, sobre dos toreros aragoneses, uno cristiano y otro moro, contratados por Carlos II de Navarra en 1387 para matar dos toros en Pamplona.


El toreo a pie se convirtió por aquel entonces y en tierras del norte en protagonista de unos festejos en los que tradicionalmente había predominado el lance a caballo.


Posteriormente, en el siglo XVII, Aragón fue germen de figuras del toreo, que gozaron de una notable fama a nivel nacional. Y han sido numerosos, por otra parte, los aragoneses que se han inspirado en el mundo taurino. Artistas plásticos como Francisco de Goya, Marcelino de Unceta, Pablo Gargallo, José Gonzalvo, Iñaki, Pablo Serrano, Manuel López, Martín Ruizanglada, Manuel Monterde, Ramón Acín, José Luis Cano...; los escritores Juan José Lorente, Ventura Bagués, Pedro Montón Puerto...; fotógrafos como Aurelio Grasa, Carlos Moncín, Miguel Marín Chivite, Gerardo Sancho, Miguel París, Juan G. Misis o el mismísimo Santiago Ramón y Cajal; los cineastas Segundo de Chomón, Florián Rey o Carlos Saura...


Hoy, existen en la comunidad varios museos taurinos como el de Enrique Asín, El Museo Taurino Aragonés 'Goya', 'Los Victorinos'...


La llamada fiesta nacional ha ido evolucionado, y también la sociedad. De ser una actividad de masas, muy por delante de otras de gran afluencia como lo es ahora el fútbol, ha pasado, en los últimos años, a ser un reducto para unos cientos de aficionados.