Pastriz se despide de Santa Ana entre vaquillas

Aunque no tenían prisa por que acabaran, los habitantes de ayer Pastriz se despidieron corriendo de las fiestas de Santa Ana. Lo hicieron delante de las vacas, que fueron las protagonistas del último día de celebraciones.

A primera hora de la mañana, madrugadores y trasnochadores unieron fuerzas en el almuerzo que se celebró en la plaza. Los primeros no encontraron mejor forma de empezar el día, mientras que los que aguantaron el ritmo de la orquesta y la discomóvil tomaron un tentempié para irse a dormir con el estómago lleno o recuperar fuerzas para torear a las vacas, que a partir de las 11.30 invadieron las calles de Pastriz.

Después del descanso para la comida -y la siesta reglamentaria-, mayores y pequeños volvieron a la carga. A las 19.00, los mozos del pueblo saltaron de nuevo al improvisado ruedo que se montó en las calles de la localidad. Mientras los mayores intentaban no ser alcanzados por las astas de las vaquillas, los niños disfrutaban del espectáculo 'Vaya lío de cocina', la historia de un peculiar restaurante. El jefe del local, Vinagrillo; la cocinera, Cuca; y las repartidoras, Cebolleta y Alcachofa, hicieron las delicias de los más pequeños. Para disgusto de algunas de sus madres, acabaron 'rebozados' con la harina de sus extravagantes recetas.

Las fiestas acabaron con el espectáculo folclórico 'Pueblo de ayer' y un concierto todavía más sonoro: la traca de fin de fiestas.