AVIFAUNA DE VERANO

El cuco: un ave difícil de ver

Qué cucada
el cuco
J. L. JARNE

El cuco (Cuculus canorus) es más conocido por su repetitivo canto, del cual recibe su nombre, que por su aspecto, ya que esta preciosa ave es tan esquiva y escurridiza que resulta muy complicada su observación. Coincidiendo con su llegada migratoria desde África, empiezan a oírse los ruidosos machos cantando. Las hembras, por su parte, parecen prorrumpir en 'risotadas' entre el arbolado. El 'cucular' monótono que emite el macho desde las copas de los árboles solo se descompasa cuando detecta la presencia de otro macho por las cercanías.


Esta especie es muy 'cuca' y no construye nido. La hembra deposita sus huevos en otros nidos de aves insectívoras para que se los incuben y críen. Al llegar al nido ajeno a parasitar, la 'cuca' se deshace de uno de los huevos de la pareja nidificante y lo sustituye por uno suyo, muy parecidos de color. El huevo del 'bebé' cuco eclosiona muy rápido, antes incluso que los que ya estaban en el nido.


El desplumado, ciego y enclenque pollo comienza una feroz lucha para deshacerse de los restantes huevos y, como si de un escarabajo pelotero se tratase, empieza a empujarlos con su espalda hasta que termina arrojándolos fuera del nido. Si por casualidad ya hubieran nacido el resto de los pollos, su voracidad es todavía más despiadada y no se detiene hasta que se queda como único inquilino.


El polluelo crece de manera prodigiosa y, en apenas 20 días, abandona el nido de sus cansados padrastros (que sin embargo, aún continuarán alimentandolo 15 días más). La incesante ingestión de alimento por parte del enorme pollo convierte la cría para los padres postizos en un martirio, pues to que los ejemplares de algunas especies son hasta 10 veces más pequeños que el hambriento cuco. Una pareja de cucos puede parasitar hasta 15 o 20 nidadas y no siempre de la misma especie.


LOS MACHOS SE VAN ANTES

Al final de verano nos abandonan los machos, mientras las hembras y los jóvenes esperan a septiembre para volver a sus territorios de invernada. Su tamaño y comportamiento pueden hacer que el observador los confunda con un pequeño halcón o gavilán. Su uniforme es grisáceo por la parte superior, poseyendo una larga cola bordeada de blanco y unas alas terminadas en punta. Las partes inferiores son claras con bandas onduladas grises. Las hembras y los jóvenes son algo más parduzcos.