Secreto tesoro del Prepirineo

Luis Villar la encontró en 1971 y Pedro Montserrat le dió nombre. Es la Erodium gaussenianum, una planta cuyo único hogar en el planeta es un pequeño territorio de apenas ocho kilómetros cuadrados en el Prepirineo aragonés. Ahora sabemos que su floración dura cuatro meses

Las matas deben localizarse por observacion con periscopios, pues crece en riscos
erodium
J. PUENTE

Son muy pocas las plantas totalmente exclusivas de Aragón, especies botánicas que no tienen ni siquiera una pequeña población fuera de nuestras fronteras. Una de ellas es un pariente de los geranios que es endémico del Prepirineo occidental aragonés: se llama Erodium gaussenianum porque así lo decidió el primer botánico que lo describió, Pedro Montserrat, del Centro Pirenaico de Biología Experimental de Jaca (actualmente, Instituto Pirenaico de Ecología o IPE- CSIC) en los años setenta. Hasta entonces, no tenía nombre porque no se conocía su existencia hasta que otro botánico de este mismo centro, Luis Villar, no encontró unas plantas el 4 de abril de 1971.


Pese a este registro, Erodium gaussenianum ha seguido siendo una especie con muchos secretos, tanto que hasta ahora, que sepamos, no se había publicado nunca su época de floración, que hemos comprobado que es muy larga, ya que abarca desde finales de febrero hasta principios de junio. Estamos, pues, en la época perfecta para ver esta humilde ciudadana aragonesa, que forma parte de nuestro patrimonio y es tan típica de esta Comunidad como las frutas confitadas.


UN NOMBRE CON HISTORIA

El nombre específico está dedicado a Marcel-Henri Gaussen (1891-1981), botánico y climatólogo francés, que trabajó como profesor en la universidad de Toulousse, y que ha pasado a la Historia como autor de un índice bioclimático muy sencillo para determinar cuánto dura en un lugar determinado el período anual de aridez (cuando la precipitación en milímetros es menor que el doble de la temperatura media en grados centígrados), así como de los conocidísimos diagramas ombrotérmicos que lo aplican gráficamente. En 1951, descubrió la especie más emblemática de la conservación de la flora aragonesa: Borderea chouardii, a la que él llamó entonces Dioscorea chouardii. Además, fue pionero en la cartografía de la vegetación y estudió a fondo las gimnospermas. Algunos opinamos, sin hacernos muchas ilusiones, que debería ser más famoso que los jugadores más hábiles en el balompié o las esposas de los toreros.