COMUNIDAD DE CALATAYUD

Los vecinos de Tobed salen en procesión para rendir culto a San Valentín

Es la única localidad de Aragón que el 14 de febrero celebra la fiesta de su patrón. Sigue una tradición del siglo XVII.

Los vecinos y el alcalde (a la dcha., con la peana), en la procesión.
Los vecinos de Tobed salen en procesión para rendir culto a San Valentín
S. L.

Los vecinos de Tobed terminaron ayer tres días de celebración por San Valentín, y no porque sean más románticos o no se conformen con una cena entre velas, es que para esta localidad el día de los enamorados es la fiesta de su patrón. "En todos los pueblos suele haber una fiesta de verano y otra de invierno", dice el alcalde, Juan Antonio Sánchez, y aquí el 8 de septiembre honran a la Virgen de Tobed y el 14 de febrero al mártir romano del siglo III.


Desde 1638, en la Colegiata del Santo Sepulcro de Calatayud (casa madre de esta Orden) guardan las reliquias del sacerdote que en Roma casaba en secreto a las parejas desoyendo la prohibición del emperador Claudio II. "Fue una donación del papa Urbano VIII a los Caballeros del Santo Sepulcro", señala Miguel González, el párroco de la colegial. Solo se exhiben ese día para que las parejas puedan venerarlas. Tobed fue encomienda de la Orden en el valle del río Grío, conserva el palacio del comendador y guarda parte de las reliquias que llevaron los canónigos, razón por la que se encomendó la protección al santo y desde hace más de 370 años celebran su fiesta. "Me atrevería a decir que es el único pueblo de toda España e incluso de todo el mundo", dice el alcalde.


En la iglesia de San Pedro tiene San Valentín su casa. Varias vecinas, entre ellas María Pilar Mediel y Concepción Pérez, engalanaron a primera hora su peana con grandes roscones y cintas, antes de sacarla en la procesión. Este año se llevó hasta la iglesia de la Virgen, donde excepcionalmente se celebró la misa porque en su templo el Ayuntamiento está echando un nuevo suelo. Los roscones se repartieron después entre los asistentes con vino. La fiesta terminó con una merienda en el pabellón.


De Tobed destaca su iglesia mudéjar, declarada Patrimonio de la Humanidad, aunque la popularidad del día de los enamorados hace que cada año sean más los que se fijan en este pueblo por su modo excepcional de conmemorarlo.