COMARCAS

Crece un 50% el número de vehículos que aprovechan los descuentos en los peajes

Zaragoza. El número de vehículos que han usado, en viaje de ida y vuelta, los tramos liberados de las autopistas aragonesas se ha incrementado en un 50% en los primeros quince días de aplicación de la medida, desde el 16 de octubre al 1 de noviembre. Así lo informó ayer el secretario de Estado de Planificación e Infraestructuras, Víctor Morlán. En concreto, la medida afecta a los peajes en la AP-2 (Alfajarín-Fraga) y la AP-68 (Zaragoza-Gallur).

Según los datos facilitados por la empresa concesionaria, la cifra de usuarios que se han beneficiado de los descuentos ha superado los 17.000. Es decir, cerca de 6.000 automóviles más que la quincena inmediatamente anterior. En concreto, en el tramo en la autopista hacia Barcelona el número de vehículos ha pasado de 3.000 a casi 4.500, mientras que en la vía que se dirige a Logroño el número de automóviles que se han acogido a la bonificación ha pasado de 8.500 a 12.700.

La exención beneficia a todos los vehículos ligeros que abonen el tique mediante el sistema denominado 'telepeaje' Vía-T, siempre que retornen en las 24 horas siguientes al tránsito de origen y con la condición de que el inicio del trayecto coincida con el destino de vuelta y viceversa. Para contratar el peaje dinámico es necesario ponerse en contacto con una entidad bancaria e instalar un dispositivo especial. Los camiones están excluidos del acuerdo.

Ocho meses tarde

Ocho meses tardó el Ministerio de Fomento en sumarse a la medida aprobada por el Gobierno de Aragón. El Ejecutivo autonómico comenzó en febrero que la exención del peaje, aunque solo aportó financiación para la ida, a la espera de que Fomento completara el descuento. Sin embargo, no fue hasta el pasado mes de octubre cuando el Ministerio dio finalmente luz verde a esta iniciativa.

Con las exenciones se pretende mejorar la seguridad vial de la N-II y la N-232, dos de las rutas más peligrosas de la Comunidad. La idea es que parte del tráfico ligero que arrastran ambas carreteras nacionales se derive a las autopistas. Aunque los usuarios que realizan este trayecto valoran positivamente esta medida (sobre todo si se compara con el anterior descuento), consideran que esto no debe dejar de lado la solución definitiva, que es el desdoblamiento o conversión en autovía de estos tramos de las carreteras nacionales.

De ambas actuaciones, solo la ampliación de la A-68 hasta Mallén será una realidad a medio plazo. Pese a que la infraestructura sigue adelante, lo hace a un ritmo muy lento. Por ejemplo, los Presupuestos Generales del Estado para 2010 solo incluyen una partida de 2,5 millones que darán para iniciar las obras del desdoblamiento, cuando, en total, el coste de convertir en autovía este tramo superará los 100 millones.

En el caso de la carretera de Barcelona, las trabas que ponen los municipios más próximos a Zaragoza hace más viable la liberalización completa de la autopista entre Alfajarín y Pina, y la construcción de un tercer carril que absorba el exceso de tráfico en la AP-2.