VALDEJALÓN

Servicios Sociales inspecciona diez casas de temporeros tras las quejas vecinales

La existencia de menores en estas viviendas de Lumpiaque obliga a hacer un seguimiento para comprobar si están escolarizados.

En el último mes y medio, los equipos de Servicios Sociales de Lumpiaque, en la comarca de Valdejalón, han abierto expedientes sobre diez viviendas de la localidad habitadas por temporeros rumanos y búlgaros en las que, según las quejas vecinales, residen un gran número de personas. Además, en estas casas de propiedad particular hay familias con varios niños pequeños. Por ello se les ha informado sobre la obligatoriedad de escolarizar a los pequeños ahora que acaba de comenzar el curso y se les va a hacer un seguimiento, como marca el protocolo de intervención en este tipo de casos.

 

Aunque la alcaldesa, Mercedes Sediles, asegura que en ninguna de estas viviendas hay una situación de "hacinamiento" y que los inmuebles cumplen las condiciones mínimas de habitabilidad, las protestas de algunos vecinos no se acallan ante el "comportamiento" de estos inmigrantes. La primera edil reconoce que hay "preocupación" por este problema, pero insiste en que se ha hecho todo lo que está en manos de la Administración.

 

Recuerda que las viviendas son propiedad privada, y que, según las visitas que han realizado los profesionales de los Servicios Sociales, están en un estado que las hace perfectamente habitables y ocupadas por varios grupos de temporeros, pero sin que se puede hablar de una aglomeración.

 

"Si Servicios Sociales hubiera hecho un informe negativo, en el sentido de que alguna de las casas amenazara ruina, existiera peligro o que hay hacinamiento de personas, ya hubiéramos actuado, pero este no es el caso", explica Mercedes Sediles.

 

Estos temporeros han explicado a los Servicios Sociales que van a permanecer unas semanas más en el municipio para después regresar a sus domicilios en Valencia. No obstante, la alcaldesa insiste en que ya se está estudiando qué tipo de medidas se pueden tomar desde el Ayuntamiento para evitar que el año que viene este tipo de situaciones se repitan. "Yo estoy hablando con quien tengo que hablar y valorando todas las opciones, pero no es algo que se solucione de un día para otro", recalca.

 

Aunque algunos habitantes de Lumpiaque comentan que hay "problemas de convivencia" y se han producido "momentos complicados", no se ha presentado ninguna denuncia ante la Guardia Civil, según han confirmado fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Aragón.

No hay menores desamparados

Desde el departamento de Servicios Sociales del Gobierno aragonés también aseguraron que, en este arranque del curso lectivo, no se ha recibido ningún expediente de este municipio alertando sobre la existencia de menores "desamparados", que es cuando se necesita una resolución administrativa para intervenir al considerar que los niños se encuentran en una situación de riesgo.

 

A diferencia del año pasado, estas familias han acudido a la campaña de la recogida de la manzana y la uva a principios de agosto, cuando lo normal es que lleguen meses antes. "Los comentarios sobre la falta de trabajo en el campo han podido retrasar su llegada", comenta Mercedes Sediles. Este verano no se han producido hasta el momento asentamientos o campamentos masivos, ya que en invierno se derribaron las cabañas en las que solían refugiarse para evitar que alguien volviera a entrar en ellas.

 

El caso de Lumpiaque no es aislado. El presidente de la comarca de Valdejalón, Jesús María Isla, comenta que lo mismo viene ocurriendo cada campaña de recogida de la fruta en otras poblaciones de la zona. Indica que los equipos de Servicios Sociales también se encuentran con limitaciones para poder realizar su labor: "Los profesionales pueden acudir a visitar las viviendas a diferentes horas, pero no se puede hacer un seguimiento durante todo el día para saber realmente cuántas personas duermen en un mismo sitio". En Calatorao, localidad de la que es alcalde Isla es alcalde, este invierno el Ayuntamiento declaró en ruinas y cerró dos casas.