INFRAESTRUCTURAS

Carretera N-122: una sucesión de baches y obras desde Magallón hasta Tarazona

Crecen las protestas por el mal estado de la principal vía de comunicación para dos comarcas, en casi 50 kilómetros

La velocidad está limitada a 80 en la carretera.
Carretera N-122: una sucesión de baches y obras desde Magallón hasta Tarazona
O. DUCH

La principal vía de comunicación para las comarcas de Campo de Borja y Tarazona y el Moncayo es un rosario de baches de medio centenar de kilómetros, desde Magallón hasta la frontera con Soria. En las últimas semanas se han disparado las protestas por este hecho, que ha obligado a limitar la velocidad en todo el tramo a 80 kilómetros por hora. Tampoco ayudan las obras para modificar parte del trazado: entre Tarazona y Bulbuente, una línea continua amarilla separa los dos carriles. Y así se mantendrá hasta que acaben los trabajos, como mínimo a finales de 2010.

 

Actualmente, Fomento tramita la mejora del firme, aunque las máquinas tardarán en comenzar a trabajar. El proyecto está concluido y a la espera de licitación, según fuentes de la Delegación del Gobierno. En principio, hasta final de año no se iniciarán las obras, imprescindibles ante el elevado riesgo de reventones e incluso de salidas de carretera que existe.

 

El futuro se prevé ilusionante en la zona, donde tanto la mejora del tramo Bulbuente-Tarazona, con la eliminación de las peligrosas curvas del puerto de Lanzas Agudas y la inclusión de un tercer carril, como la construcción de la variante de Borja y Maleján mejorarán notablemente el tráfico de la N-122, la vía de comunicación que emplean los camiones que vienen de Soria o se dirigen allí. Sin embargo, el tránsito hasta entonces será penoso.

 

El deterioro de la carretera nacional se ha erigido en el principal tema de conversación entre los usuarios, a lo que contribuye también que algunos accidentes estén directamente relacionados con el estado de la vía. "Mal, no; peor. Que vengan el consejero o el ministro. Que se den un paseo por aquí para comprobarlo", reta Carlos Romanos desde el Mesón del Aceite, en Bulbuente. "Hace unos días, una chica de Ambel sufrió un accidente por culpa de la carretera", dice a su lado Juanjo Roy, que resalta que los problemas aumentan con la lluvia. Al poco se suma Feli, prima de la accidentada: "Venía de poner gasolina. Pisó una piedra y se salió de la vía. Va a denunciar", explica.

 

Este restaurante se encuentra dentro del tramo de 15 kilómetros que desde hace unas semanas tiene línea continua por las obras en el trazado, lo que ha elevado el malestar de los usuarios. Hay que recordar que las máquinas estuvieron paradas más de medio año por falta de presupuesto. Los trabajos fueron adjudicados por Fomento en octubre de 2007 por 8,2 millones y un plazo de 18 meses.

 

"La gente viene de Soria y echa espuma por la boca. Se preguntaba uno: 'Hace dos años que vine por última vez y ¿aún no han arreglado esto?' Les parece increíble", dije Luis, un gasolinero de la zona.

 

Juan José Fernández trabaja en una empresa de Tarazona pero vive en Borja, y hace a diario los 22 kilómetros que las separan. "Los vehículos se pegan o a la izquierda o a la derecha del carril, para evitar los baches", asegura.

 

Entre los responsables políticos las valoraciones son críticas, aunque su intensidad varía. El alcalde de Tarazona, Luis María Beamonte (PP), no duda en manifestar su "absoluta preocupación" por el estado de la vía. "Es una exigencia que se arregle, más allá de que se haya dibujado una línea continua. La situación del asfalto genera un riesgo real", explicó. Además, Beamonte aprovechó para atacar a la DGA y a Fomento por su "nula voluntad" de acometer el desdoblamiento de la carretera, "única solución" para la comarca.

 

Más benevolentes se mostraron los alcaldes de Bulbuente y Borja, resignado el primero y confiado en la próxima mejora del pavimento el segundo. Jesús Clavería, regidor bulbuentino (PAR), reconoció que el estado de la vía era "penoso", pero se preguntó "qué hacer". "Yo pediría paciencia contra las adversidades", reconoció.

 

"Somos los primeros que reivindicamos la mejora de la carretera. Ojalá estuviera ya mañana todo, pero al menos nos han confirmado que las obras siguen adelante", dijo por su parte el alcalde borjano, Eduardo Arilla (PSOE).