“Solo hay dos horas de noche al día”

Fernando Lope y seis amigos -Pedro, Isabel, Ana, Iñaki, Juan y Alejo- están pedaleando por Islandia y ya han completado su primera etapa (de Keflavik a Reykjavik). “Todos nos hemos sorprendido nada más llegar por la luz. Sabíamos que ibamos a disponer de dos horas diarias de noche, pero ninguno nos paramos a pensar en cómo esto iba a afectarnos. En realidad, por la noche hay luz suficiente para verlo todo perfectamente, así que vamos a estar un tiempo sin ver las estrellas... ”, cuenta.

En cuanto al clima, “estamos teniendo mucha suerte. Está muy nublado, pero no ha caído ni una gota. La temperatura varía entre los diez y los veinte grados, y una brisa nos impide sudar toda la ropa. El paisaje es diferente a cualquier otro que hayamos visitado. Hemos pedaleado paralelos al mar y destaca la ausencia de árboles y la abundancia de rocas volcánicas”.

El grupo va a buen ritmo. Todo funciona a la perfección: “En un momento montamos las tiendas y nos distribuimos las tareas”. Respecto al idioma, “parece el más difícil del mundo. Oírlo te transporta un poco a la época de los vikingos. Alejo quiere beber cerveza en un cuerno”. ¿Lo conseguirán?