COMUNIDAD DE CALATAYUD

El asfaltado de las antiguas travesías comenzará antes de San Roque

Primero se sustituyeron los semáforos y se instalaron otros nuevos en numerosos tramos y cruces de las travesías de la N II y N 234 en Calatayud. Era la primera parte de la reforma que hacía el Ayuntamiento sobre estas vías desde que el Ministerio le transfirió la competencia sobre estas infraestructuras. Esa fase, que empezó a finales del año pasado, concluyó en marzo con la sincronización de todos los núcleos semafóricos. Ahora se pone en marcha la segunda parte, que terminará cuando se hayan asfaltado y repintado los 4,6 kilómetros de estas vías urbanas.


La actuación se ejecutará por tramos, antes y después de las fiestas de San Roque y de la Virgen de la Peña, que son en agosto y septiembre respectivamente. Hasta el 13 de agosto se actuará en el paseo de Cortes de Aragón, en el del Barón de Warsage y Ramón y Cajal, y también en la avenida de la Diputación. Todos estos puntos se encuentran en la zona centro. Después del verano, hasta noviembre, se continuará por el paseo San Nicolás Francia, por otro tramo del paseo de Ramón y Cajal y por la carretera de Madrid.


La empresa Áridos y Hormigones Cortes resultó la adjudicataria del proyecto y la ejecución de estas obras, que cuenta con una inversión de 1.145.000 euros y que van con cargo a los 2,5 millones de euros con los que el Ministerio de Fomento acompañó la cesión de las travesías al Consistorio.


El resto se destinó a la renovación del sistema semafórico y a la construcción de una rotonda para mejorar los accesos al Hospital Ernest Lluch de Calatayud y a la urbanización de Valdearenas.


Farolas con otra estética


En esta segunda fase de la mejora de las travesías se ha incluido la sustitución de 30 farolas del paseo de Cortes de Aragón. No llega para renovar las del resto de los tramos, que podrían sumar unas 300. En esta zona céntrica se colocarán otras farolas de estética más urbana, mientras que las que se retiren de aquí se instalarán en el recorrido que va hasta la ciudad deportiva, que actualmente carece de iluminación pública y también es una zona incluida en el plan de travesías.


De momento, y antes de empezar a renovar el firme, que está muy cuarteado en algunas zonas, desde hace algunos días se están acometiendo trabajos complementarios de reparación de aceras y baches. Ya en el pasado mandato, el Ayuntamiento bilbilitano solicitó al Ministerio de Fomento hacerse cargo de los tramos de la N-II y la N-234 a su paso por el casco urbano, pero fue en 2007 cuando se firmó el acuerdo de esa cesión. Así, a partir de ese momento, pasó a ser una vía urbana por un lado el trayecto de la N-II, que va desde la entrada a Marivella hasta la altura de esta vía con el polideportivo municipal, en sentido a Terrer. Y, por el otro, de la N-234 registró la misma circunstancia el recorrido que se inicia desde la confluencia con la variante de Soria, antes del cementerio de Calatayud hasta el cuartel de la Guardia Civil.