EL LEGADO DE LOS SIGLOS

Molinos que aspiran a salir del olvido

El valle de La Fueva, en el Pirineo oscense, tiene innumerables atractivos naturales e históricos. Posee, especialmente, un rico patrimonio etnológico que poco a poco está saliendo del olvido. De los 25 molinos harineros y de aceite censados, solo está restaurado uno.

Amediados del siglo XIX Pascual Madoz escribía sobre La Fueva que "aunque no es fértil, da una mediana producción de toda clase de frutos: buen trigo candeal, aceite de la mejor calidad, vino mediano... El principal fruto de este terreno es el trigo". Y, como consecuencia de estos cultivos, en el valle fueron surgiendo distintos molinos harineros y de aceite a los que la población llevaba las cosechas.

 

Con el tiempo cayeron en desuso, y posteriormente en el olvido. Pero quizá tengan una segunda oportunidad. Desde hace unos años, un grupo activo de vecinos está luchando para conseguir recuperar los molinos de La Fueva.

 

"Son un testimonio de nuestra forma de vida tradicional -asegura Mario Cosculluela, uno de los impulsores de la recuperación-. La Fueva es un valle amplio, de Prepirineo, a unos 600 metros de altura; un valle cuya vida ha girado siempre en torno al cereal, el vino y el aceite, cultivos que constituyen nuestras principales señas de identidad".

 

Poco a poco fue calando en las gentes de La Fueva la idea de que recuperar los molinos del valle no solo era posible, sino necesario. Asociaciones como A Redolada llevan tiempo trabajando para dar a conocer ese rico patrimonio. Se elaboró un estudio y un censo, que cifra en 25 el número de molinos harineros y de aceite, aunque la cifra no está cerrada.

Las últimas prensas de libra

Según señala el estudio, elaborado por Manuel López, investigador de Boltaña, "los molinos harineros y molinos de aceite o tornos que existieron en Sobrarbe son cada vez más escasos. Poco a poco van cayendo. Si consideramos los molinos harineros, dentro de la comarca de Sobrarbe se han recuperado el de Sin, de Sarsa de Surta y Almazorre; de los molinos de aceite, únicamente el de Labuerda -como residencia- y el de Almazorre, aunque ninguno de estos dos es un molino de prensa de libra. Más aún el Centro de interpretación de la producción olearia de Buera, cuando se estaba realizando, hubo de buscar una prensa de libra en tierras castellanas, pues no se conservaba la que allí existía. En la Fueva perduran dos de las últimas prensas de libra en Sobrarbe, solo podemos añadirle la del torno de Coscojuela de Sobrarbe, en un estado muy similar a las de Trillo o Formigales".

 

Cada molino tiene su carácter, su propia personalidad, su forma de captar las aguas. Hay molinos de una o de dos muelas, con todas las piezas de madera o industriales.... Entre los 25 censados en el valle los hay de todos los tipos posibles, y recuperar el conjunto sería una forma de ponerlos en valor. De momento, solo hay uno restaurado, en Troncedo, gracias al impulso de la Asociación de Amigos del Castillo de Troncedo.

 

"Es un molino de aceite, de tracción animal, con prensa moderna -señala Mario Cosculluela-. No está terminado del todo, faltan algunos pequeños detalles, pero la verdad es que se puede visitar. Se ha recuperado la puerta, se ha hecho un tejado nuevo... Lo ideal sería dejarlo en condiciones de poder volver a funcionar en algunas fechas concretas".

Todos son de propiedad privada

Ahora el punto de mira se ha situado en el molino harinero de La Cabezonada, en la falda de Peña Montañesa, que está bastante bien conservado y podría devolverse a su estado original. Pero hubo un proyecto, al que no le acompañó la suerte, para recuperar otro. Bajo las aguas del embalse de El Grado había un molino, el de Clamosa, que se quiso recuperar y trasladar a Tierrantona, en un proyecto financiado con ayudas europeas, de la Diputación Provincial de Huesca y del Gobierno de Aragón.

 

"Lamentablemente -relata Cosculluela-, cuando estaba ya todo listo para ir a rescatarlo y desmontarlo, subió el nivel del agua y tuvimos que suspender la operación". Pero la idea no se ha desechado. Habrá que esperar a una nueva sequía.

 

"Uno de los problemas que tenemos para desarrollar nuestro proyecto -concluye Cosculluela- es que todos los molinos son de propiedad privada. Hay que comprarlos, pero en la mayor parte de los casos vemos que no habría problemas para que los cedieran si fuera con el objetivo de recuperarlos. Tenemos que solicitar a Patrimonio que se involucre en el proyecto, porque constituir una Ruta de los Molinos en La Fueva, y hacer un centro de interpretación, ayudaría mucho a recuperar todos los molinos".