COMARCAS

Murillo de Gállego contará con un hotel de cuatro estrellas y 27 habitaciones

La iniciativa llega de un grupo familiar local. Esperan iniciar las obras este mismo otoño.

Las aguas bravas y el rafting a los pies de los Mallos de Riglos contarán con un hotel de cuatro estrellas, aunque la situación económica no sea la más idónea. Así piensa Santiago Castán, un hotelero de Murillo de Gállego que con el grupo familiar Panorámica Los Mallos se ha lanzado a promover la construcción de un establecimiento de esta categoría, que supondrá una inversión de entre 2,5 y 3 millones de euros.

 

"Hace 20 años estuvimos a punto de cerrar nuestro primer negocio, cuando la hoy A-132 dejó de ser la N-240, y luego esta zona remontó con el auge de los deportes de aventura", contesta este empresario desde sus cuatro décadas de experiencia en este sector. Él y su hermano llevan toda la vida en este negocio, al que ahora se han sumado su mujer y tres hijos.

 

Al hostal que regenta la familia desde los años 60, el albergue y los apartamentos se va a sumar ahora este hotel de cuatro estrellas y 27 habitaciones, además de restaurante. Santiago Castán no esconde que se trata de "una apuesta importante" que entraña cierto "riesgo", aunque a la vez destaca lo "ilusionante" de esta aventura empresarial.

 

"Para una cadena la inversión es asumible, pero nosotros somos un grupo familiar", explica. Prueba de ello es que se muestra orgulloso de que el nuevo hotel espera que lo dirija su hija, que acaba de terminar Económicas y va a prepararse para 'zambullirse' en este sector. Ella forma parte ya de la tercera generación. Acaban de solicitar licencia de obras y el Ayuntamiento ha declarado el proyecto de interés social. Si se cumplen los plazos y no surgen contratiempos, la idea es que las obras puedan arrancar de cara al otoño. El edificio responderá a la arquitectura típica de la zona, con "estructuras de madera a la vista y las paredes de piedra". El inmueble tendrá una altura de un piso además del aprovechamiento bajo cubierta.

La "amenaza" de Biscarrués

A nadie se le escapa la "amenaza" del embalse de Biscarrués sobre este territorio. "Si no se hiciera el pantano, mucho mejor, pero, de todas formas, estamos decididos a apostar por este proyecto", se muestra contundente Santiago Castán. "Por lo que se ha dicho, el pantano pequeño que se planea, aparentemente, inunda la mitad del tramo de aguas bravas, por lo que la otra mitad, que es la más interesante, podría tener un aprovechamiento, aunque sería imprescindible mejorar los accesos", añade Castán.

 

La zona está inmersa en plena temporada alta. La Semana Santa suele marcar el arranque de la campaña de estas actividades de aventura, en marzo los clientes habituales son los campamentos y grupos de escolares y para abril ya se registran los primeros llenos. ¿Está afectando el mal momento económico? "No voy a decir que no se nota la crisis, porque la psicosis de la gente con este tema es generalizada, pero de momento estamos trabajando bastante bien, aunque se nota una caída de la clientela", contesta Santiago Castán.

En 40 kilómetros a la redonda

Llama la atención la apertura de un alojamiento de esta categoría en una localidad pequeña que no llega a los 200 habitantes. Para encontrar otro hotel similar hay que desplazarse hasta Huesca capital, a unos 39 kilómetros, o dirigirse hacia el Pirineo y llegar a Jaca, para lo que habría que recorrer cerca de 54 kilómetros por la carretera A-132.

 

Santiago Castán asegura que entre los aficionados y clientes asiduos que acuden a estos parajes hay demanda de este nivel de hospedaje. "Las actividades de aventura mueven en esta zona a alrededor de 100.000 personas cada año, entre las que hay quienes buscan un alojamiento módico y otras que están dispuestos a pagar por una mayor comodidad y calidad", asegura convencido este veterano hotelero. "Creo que hay público para todo y faltaba por cubrir este vacío". S. Campo