EL LEGADO DE LOS SIGLOS

Entre el abandono y la esperanza

HERALDO y HERALDO.es, en su constante defensa de las señas de identidad aragonesas, inician hoy una serie de reportajes sobre la situación del patrimonio histórico en la comunidad: su pasado, su presente y sus posibilidades de futuro.

En menos de una década, como quedó reflejado ayer en las páginas de HERALDO, la seo de Tarazona ha pasado de encabezar la lista de catedrales españolas en peligro de ruina a ser considerada la 'Capilla Sixtina' del Renacimiento español. La transformación ha sido posible gracias a una restauración que, en su tramo final, ha sido ejemplar en muchos sentidos.

 

Pero no siempre ocurre así. Siendo Aragón una de las comunidades con más patrimonio histórico, dentro de un país que además ocupa las primeras posiciones dentro de las clasificaciones de la Unesco, sus monumentos presentan todo el amplio abanico de posibilidades: desde el perfecto estado de conservación (los menos) hasta el abandono y la desidia (los más).

 

Con el título de 'El legado de los siglos', HERALDO inicia hoy una serie en la que quiere retratar la situación del patrimonio histórico aragonés a través de una serie de edificios significativos. Un recorrido que va desde el abandono a la esperanza. La serie podrá seguirse en Heraldo.es a través de una serie de reportajes conducidos por Rafael Bardají, con realización de Alfredo Sánchez.

 

Hay muchísimos edificios en peligro de ruina pero, justo es reconocerlo, en las últimas tres décadas se ha restaurado más que en tres siglos. Este año el Departamento de Educación y Cultura destina 17 millones a la recuperación del patrimonio, de los que una parte significativa, además, se canaliza mediante convenios con otras instituciones públicas (Cultura, Fomento...) y privadas (entidades financieras, fundaciones...).

 

El presupuesto y los criterios

¿Qué criterios se siguen para invertir en un monumento o para dejarlo a su suerte? "Se hace una estimación del estado de conservación del bien inmueble -señalan fuentes de Cultura-, y del importe de la actuación; se hace una distribución temática de las inversiones en función del tipo de patrimonio del que estamos hablando; también se tiene en cuenta una distribución territorial que abarque todo Aragón". Así se está interviniendo en algunos monumentos, como la propia catedral de Tarazona, que podría volver a reabrirse a finales de este año o principios del que viene. Y, aunque desde el Gobierno de Aragón se reconoce que cualquier presupuesto sería insuficiente, dada la cantidad de monumentos que precisan intervención, se ve esta conjugación de criterios como la mejor forma de decidir cúando se emprende un plan de restauración o no.

 

Para la sociedad civil, que ha impulsado en los últimos años numerosos rescates de edificios significativos, no es suficiente. "Si hubiera que ponerle nota a la situación de los monumentos aragoneses, yo la calificaría con un 3 sobre 10 -apunta Carlos Bitrián, de Acción Pública para la Defensa del Patrimonio Aragonés, Apudepa-. Hay cosas que están muy bien, y cosas que están muy mal. Y yo creo que la medida de la situación la puede dar muy bien lo ocurrido en los últimos meses con el castillo de Venta de Ballerías o con la cueva de Chaves. No se consigue el aprobado. Somos conscientes de que no se llega a todo, pero con matices".

 

"Para conseguir el aprobado sería necesaria una buena planificación, algo que no existe -añade-. Hay que entender el patrimonio de forma integradora y priorizar las intervenciones a partir de una buena catalogación. Y, por último, lograr que haya una transparencia total en todo el proceso de intervención".

 

Para Apudepa, la implicación de la sociedad civil en la protección y salvaguarda del patrimonio "es fundamental" y, además, "la clave no está en cuánto se gasta, sino en cómo".

 

Aragón cuenta con 41 edificios en la Lista Roja del Patrimonio de Hispania Roja (13 de Huesca, 3 de Teruel y 25 de Zaragoza). Solo tienen más Castilla-La Mancha y Castilla y León. Gran parte de esos edificios son castillos. Para Manuel Giménez, presidente de la Asociación de Amigos de los Castillos de Aragón, "se van a perder muchos de ellos porque no hay interés en recuperarlos. La Administración no interviene si no es a lo grande, y consolidar ruinas es también salvar patrimonio".