Cientos de personas se acercaron ayer hasta la iglesia de San Pedro Mártir de Pinseque para despedir al niño de 10 años que murió el pasado jueves tras ser embestido por una vaquilla durante uno de los encierros de las fiestas. La tristeza invadió la plaza del Ayuntamiento cuando llegó el féretro, al que acompañaban familiares, amigos y vecinos del pequeño.

Aunque todavía no se conocen las circunstancias en las que se produjo el accidente, parece que el astado cogió a Gimi Raúl Szavuly, de origen rumano, cuando este intentaba meterse detrás de una valla del recorrido. La Guardia Civil ha abierto una investigación para aclarar los hechos.

Representantes del Ayuntamiento de Pinseque y de otros consistorios de la comarca, el subdelegado del Gobierno en Aragón y otros altos cargos de la DGA asistieron a la misa funeral en honor del pequeño, cuyos familiares estaban destrozados.

"Aquí no quedan ganas de juerga"

"Esto ha sido muy fuerte para todo el pueblo", comentaba una vecina muy afectada a las puertas de la iglesia. "Aquí ya no quedan ganas de juerga después de lo ocurrido", añadía.

El pleno extraordinario celebrado el día del suceso decidió suspender las fiestas durante algo más de un día y ayer por la tarde volvieron a celebrarse los actos programados. "La vida sigue y, aunque sea con un pellizco en la tripa, hay que ir adelante", decía otro vecino que había asistido al funeral. "Esto ha sido muy triste para todos. Nunca había pasado algo así", añadía.

En las puertas de la iglesia, los vecinos podían hacer sus aportaciones voluntarias con dinero para ayudar a la familia del fallecido. Su madre, que estuvo en todo momento acompañada por compatriotas y vecinos, está separada y su marido vive en Rumanía. Se instalaron en Pinseque hace más de un año y allí trabaja y vive junto a sus tres hijos.

Los vecinos han decidido recaudar fondos para ayudar a la familia en los gastos del funeral, ya que la repatriación a Rumanía será financiada por el Ayuntamiento de Pinseque. En la entrada de la iglesia, ayer se habían colocado dos urnas en la que los vecinos, de forma voluntaria, pudieron hacer sus aportaciones. En un cartel indicaba que la recolecta se canalizaría a través de la parroquia.

Ayer, los concejales se reunieron con el subdelegado para, entre otras cosas, tratar el tema de la repatriación, cuyos trámites administrativos empezarán el lunes.