SOLICITAN AYUDAS

Los municipios ribereños del Ebro piden medidas para paliar los efectos de riadas

Cerca de 40 representantes de municipios ribereños del Ebro han presentado a las administraciones implicadas un total de siete iniciativas para paliar los efectos provocados por las últimas riadas en sus localidades.

Un total de 38 representantes de municipios ribereños del Ebro pertenecientes a la provincia de Zaragoza, incluidos los barrios rurales de la capital aragonesa, se han reunido este martes para proponer una lista de medidas para minimizar los daños y efectos de las riadas.


El encuentro ha sido convocado por los alcaldes de Alcalá de Ebro, Cabañas, Novillas y Pradilla porque, en su opinión, no se atienden las reivindicaciones que las localidades próximas al río exigen desde hace años, ha señalado el primer edil de Pradilla, Luis Eduardo Moncín.


En total, se han presentado siete iniciativas, que se debatirán y concretarán en una mesa que se convocará "en veinte o treinta días", para que las administraciones implicadas puedan ponerse a trabajar "lo antes posible".


La primera de las reivindicaciones es la adopción inmediata de las medidas necesarias para evitar que los cascos urbanos soporten situaciones de riesgo en caso de avenidas.


También se solicita la retirada de gravas y vegetación del caudal, porque su acumulación favorece la creación de islas que cierran el cauce y provocan una subida del nivel que puede llegar a reventar los diques.


Esta petición ya se hizo el invierno pasado, ha recordado Moncín, pero se exigió un informe de impacto ambiental para el que los ayuntamientos no tienen medios, aunque la Confederación Hidrográfica del Ebro (CHE) se ha ofrecido a elaborarlo.


Otras exigencias son la construcción de compuertas en las motas de defensa para poder inundar zonas de forma controlada en caso de avenidas extraordinarias y la creación de aliviaderos naturales o cauces alternativos para recoger caudales en caso de riada y disminuir el riesgo para la población.


También se pide la modificación del sistema de compensaciones por los daños causados por las avenidas, con el objetivo de agilizar su tramitación y extender la cobertura a todo el año.


Por último, los convocantes consideran necesario crear una mesa de trabajo y debate en la que tengan presencia todas las administraciones implicadas en la gestión del río Ebro, como el Ministerio de Medio Ambiente y Medio Rural y Marino (MARM), el Gobierno de Aragón, los municipios y los agentes sociales.


En las crecidas de 2003 y 2007 hubo "mucha suerte" porque los pantanos estaban vacíos, "pero ahora están llenos y este año ha caído mucha nieve, así que si viene un frente lluvioso tendremos la riada del siglo", ha advertido Moncín.


También ha asegurado que si no se atienden sus demandas, los alcaldes no descartan "otro tipo de medidas" para evitar ser responsables de que el río "se lleve los pueblos por delante, algo que podría ocurrir en dos días".


Además, ha recordado que, aunque hace años la zona del Actur o la del meandro de Ranillas podían inundarse en caso de riada, ahora no es posible, lo que obliga a los pueblos ribereños del Ebro a convertirse "en el embalse de Zaragoza".


Por otro lado, ha recordado que tras las crecidas de 2003 y 2007 el MARM gastó mucho dinero y la situación no ha mejorado, por lo que ha propuesto que es mejor invertir en prevención y destinar el dinero a comprar hectáreas de ribera que puedan inundarse o en las que se hagan cultivos arbóreos, que son más resistentes.


También ha expresado la intención de los municipios ribereños de crear una asociación de municipios afectados por las avenidas del Ebro, algo que les permitiría tener personalidad jurídica y ser más ágiles a la hora de relacionarse con las administraciones.


El alcalde de Novillas, José Ayesa, ha lamentado que la declaración de la zona media del río como Lugar de Interés Comunitario (LIC) dificulte cualquier actividad de dragado porque se depende de la Unión Europea para que la autorice, por lo que ha pedido a los partidos políticos que intenten derogar esa clasificación, "que supone hipotecar a toda la ribera".


Por su parte, el alcalde de Cabañas, Nicolás Medrano, ha explicado los problemas relacionados con el nivel freático, que provoca que muchas casas se hundan y agrieten, y ha insistido en la importancia de limpiar el río para que los pueblos puedan subsistir.