VALDEJALÓN

La variante de Calatorao parte el campo (y la vida) a un agricultor

Las expropiaciones de la circunvalación han dividido la finca que explota este vecino, anulado los caminos de acceso y algunos riegos. Según un peritaje encargado por él mismo, los daños superarían el millón de euros.

El afectado y un compañero en el punto en el que la carretera corta un camino de la finca
La variante de Calatorao parte el campo (y la vida) a un agricultor
VÍCTOR LAX

La variante de Calatorao ha dividido en diagonal la finca que explota Jesús Poza, un vecino del pueblo de 36 años para el que la agricultura es su medio de vida. Él no duda de que la infraestructura era muy necesaria para el municipio y no se muestra en contra de la expropiación, pero sí de cómo la han hecho. Su campo, en el que cultiva cerezas, albaricoques y melocotones, ha quedado dividido, algunos de los riegos y los caminos anulados y con taludes, que en algunos casos llegan a tener hasta cuatro o cinco metros.

 

Jesús Poza ha presentado decenas de denuncias e informes y asegura que la variante le ha quitado el sueño en numerosas ocasiones. "Yo no estoy en contra de que pase por aquí la variante, pero sí quiero que se hagan las expropiaciones en condiciones", explica. Cuando colocaron las primeras balizas, Jesús se puso en medio de sus campos para evitar que lo hicieran, pero lo echaron por no tener autorización de la Delegación del Gobierno.

 

Dos años después, la última expropiación aún está sin ejecutar. Aunque con la obra a punto de terminar, las deficiencias y los daños ocasionados en esta finca de propiedad municipal y de la que Jesús es arrendatario de por vida pueden verse a simple vista. Hay bocas de riego anuladas, tensores de gomas de riego desplazados y se ha dejado muy poco espacio entre los accesos y los frutales para que las máquinas puedan girar. De hecho, hace apenas unos días, Jesús estuvo a punto de volcar al intentarlo.

Unas dos hectáreas afectadas

Las expropiaciones afectan a unas dos hectáreas de las cerca de 20 que poseía Jesús en un principio y que luego amplió a 32 en el paraje conocido como El Romeral. Según un peritaje encargado por el propio agricultor, las afecciones en la finca sumadas a las previsiones de pérdidas en la recolección sumarían más de un millón de euros. Solo hasta la fecha, Jesús ya ha gastado más de 30.000 euros en el arreglo del sistema informático que regula el riego de la finca.

 

La Administración, en compensación por la expropiación, solo le pagaría una parte de los gastos que, según sus cálculos, supondrán todos los desperfectos. Aunque de momento él no cobrará la cuantía hasta que no se resuelvan sus denuncias y quejas presentadas.

 

Jesús también ha solicitado que se valle su finca para evitar que sea de fácil acceso. Además, pide que arranquen también los frutales que impiden que pueda utilizar su maquinaria con normalidad en el campo. "Me han dicho que si quiero que los arranque yo, pero esa no es la solución", explica el afectado, que se queja de que el pasado verano ni siquiera pudo recolectar los melocotones que había cuidado durante todo el año porque fueron arrancados.

 

La anulación de un camino de acceso a fincas rústicas también ha sido otra de las cuestiones que Jesús ha denunciado. La eliminación del vial (en la imagen puede verse dividido por la variante), le obligará a dar un gran rodeo para poder acceder a sus fincas.

 

En este aspecto, también desde el ayuntamiento solicitaron información. En una primera misiva, les respondieron que estos eran los problemas habituales de una expropiación y que tratarían de resolverlos. En el segundo requerimiento por la anulación del camino, todavía no han contestado.

 

"No queremos que se pierda esa conexión porque es un camino de cierta importancia para las fincas rústicas", explica el alcalde de Calatorao, Jesús María Isla. "Lo más importante es garantizar la seguridad y en eso estamos de acuerdo, pero una vez que terminen los trabajos y veamos cómo queda todo, volveremos a insistir en este asunto", añadió Isla.

La variante de Calatorao empezó a andar hace diez años y ahora, por fin, está a punto de concluir. Su construcción eliminará el tráfico pesado de la travesía. Aún no hay fecha para la inauguración de una infraestructura que sufre retrasos y acumula ya un desfase presupuestario de más de 1,2 millones de euros.